¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
《☾✩꧁꧂✩☽》
Comenzando de cero.
—Veo que ahora tratas de llegar a mi, te veo rogando de rodillas sobre el suelo —espeta la castaña mirándolo directamente a los ojos— ¿Pero sabes qué? Me importa un carajo.
—Yo... —intenta hablar el bicolor sorprendido y dolido por como le está hablando.
—Así que detente y deja tratar de llegar a mi, deja de rogar sobre tus rodillas —aprieta sus puños dejando salir su ira— Porque ahora me importa un carajo.
—Kazumi... —murmura intentando detenerla pero ella solo se voltea dándole la espalda y dirigiéndose a hacia dentro de la residencia, el heterocromático solo se queda observando la espalda de la chica hasta que desaparece de su vista mientras las lágrimas comienzan rodar por sus mejillas hasta impactar en el césped.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mentalmente se reprocha por su forma de reaccionar, desde el momento en el que pensó en contarle la verdad aceptó que podrían suceder dos cosas, que le costara entenderlo pero lo hiciera o que se enojara con él por haber querido resolverlo solo.
Estaba mentalizado para ambas situaciones y aunque sabía cual era la más acertada, ya que conoce demasiado bien a la de ojos castaños, se encuentra ahí, tirado en el suelo llorando.
—Idiota —murmura con enojo para él mismo.
La chica, con la mirada baja queriendo escapar de todos y encerrarse en su habitación, entra a la residencia pasando de largo la sala común pero se ve detenida justo antes de llegar al elevador por sus amigas quienes no le dan chance de intentar escapar y la arrastran a la lavandería, el lugar privado más cercano que tenían.
