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《☾✩꧁꧂✩☽》
[Unos años después de su graduación de la U.A]
You know what I like, like, like, like, come put your body on mine, mine, mine, mine.
Mad Love — Mabel.
La sonrisa no desaparece de los labios de la castaña mientras deja la copa vacía en la bandeja que lleva el mesero, observa como este sigue su camino entre las mesas y ella camina a través de las personas buscando la puerta que le habían dicho, al encontrarla mira a ambos lados y luego entra.
—Estoy yendo a mi posición —avisa por medio del intercomunicador.
—Las escaleras están despajadas —responde Kira, quien está prestando apoyo observando las cámaras.
Con un asentimiento, la de ojos castaños comienza a subir las escaleras, se quita la falda del vestido elegante blanco que tiene, la deja en algún lugar mientras sube, busca con su mano y toca dos veces el pecho del body con el que quedó haciendo que este cambie, cubra sus piernas y que las mangas desaparezcan, siendo este su traje de heroína.
Finalmente, luego de subir y subir escaleras, llega hasta la puerta que le da acceso a la azotea donde están esperándola, abre la puerta y los tres chicos que estaban allí se giraron de golpe dispuestos a atacar a quien había entrado.
—Ay, relajen las nalgas —se queja cerrando la puerta.
—¿Por qué no avisas? —bufa el rubio cenizo.
—Yo avisé por el intercomunicador —replica Kazumi caminando hasta el borde.
—No estés tan cerca del borde —murmura el bicolor tomándola de la mano y alejándola dos pasos, ella sonríe enternecida por la preocupación del chico.
Pese a los años que llevan arriesgando su vida para salvar las de otros, él no deja de preocuparse por ella, incluso por pequeñeces como un resfriado.
—¿Hiciste tu parte? —inquiere su mellizo, la castaña abre su boca con indignación ¿Con quién cree que está hablando?
—Por supuesto que la hice imbécil —réplica cruzándose de brazos— Sino ¿Por qué estaría aquí?
Katsuki estaba a punto de responderle, sin embargo, se vio interrumpido por el peliverde, quien entre él y el heterocromático detenían las discusiones de los mellizos, porque sí, no era la primera vez que les tocaba trabajar juntos a los cuatro
—Deberíamos estar atentos para cualquier problema —murmura el de ojos verdes y como si lo hubieran escuchado una voz se escucha en los intercomunicadores de los cuatros.
