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Todavía respiro, todavía respiro... estoy viva.
Alive — Sia.
Habían pasados meses desde que le habían notificado a la castaña sobre la prueba que se le haría para comenzar sus residencias, para este momento ya lo había hecho y había logrado pasarlo.
La prueba consistió en un enfrentamiento de la chica contra los héroes Hawks, Endeavour y Best Jeanist quienes representaban a los villanos, la de ojos castaños debía enfrentarse a ellos a la vez que salvaba a algunos estudiantes de otros años que representaban a ciudadanos en peligro.
Tenía tiempo limite y para pasar la prueba debía detener a los villanos o salvar a la mayor cantidad de personas antes de que el tiempo se acabe.
A Kazumi le costó, estaba enfrentándose a tres de los mejores héroes profesionales de Japón, sabía que con fuerza no iba a ser capaz de ganar por lo que hizo un plan demasiado elaborado pues además debía enfrentarse a la inteligencia del héroe alado.
Demostrando sus nuevas habilidades y la nueva faceta de su quirk que había descubierto durante su secuestro, logró pasar la prueba inmovilizando a los tres héroes y salvando a todos los civiles.
Luego de la prueba comenzó inmediatamente su residencia, esta la hizo con Best Jeanist junto a su mellizo hasta completarla lo cual indicaba que finalmente se graduarían como héroes y la graduación es hoy.
—Estoy muy nerviosa —murmura la castaña caminando de un lado al otro.
—Tienes que calmarte —habla el bicolor, su novia se para de golpe y gira a verlo.
—¡¿Cómo quieres que me calme cuando me toca decir el discurso?! —replica alterada y hace un puchero— ¿Por qué tengo que hacerlo yo? Iida-kun es el presidente de la clase y Momo la vicepresidente ¿Qué pinto yo aquí?
—Zumi —la toma por los hombros— Si te elegimos para hacer el discurso fue por una razón, porque confiamos en ti.
—Mmju, los odio por eso —farfulla cruzándose de brazos, estaban esperando el momento en el que deben entrar al auditorio de la U.A, junto a sus compañeros, tanto de la clase A como de la clase B.
Ellos dos se encontraban alejados de los demás con la intención de que la de ojos castaños lograra calmarse, tarea que no iba muy bien que se diga pero era inevitable para ella, había escrito un gran discurso, sin embargo, la seguridad que había sentido cuando lo había terminado había desaparecido por completo y ahora sentía que no era lo suficientemente bueno.
—Zumi, Zumi —la llama repetidas veces el heterocromático para hacerla reaccionar, se había quedado mirando a la nada— Es hora de entrar.
Kazumi toma una gran bocanada de aire, lo retiene por unos segundos y luego lo suelta lentamente, mira a Shoto y asiente.
—Bien, vamos.
—Vas primero, voy casi al fina.
—¡Argh! Odio mi apellido por iniciar con B.
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La castaña se encuentra caminando hacia el podio acompañada de Tetsutetsu y Kodai de la clase B, tiene un enorme nudo de nervios en la boca del estomago que le impide respirar correctamente.
Sube las escaleras y se para frente al podio, desde ahí puede ver a todos sus compañeros, a sus padres y sus profesores, toma una gran bocanada de aire y la suelta lentamente dándose el valor que le hacía falta.
Yo puedo.
—Hoy nos encontramos aquí para dar el paso más grande de nuestra vida, hoy aquí nos convertimos en héroes profesionales —hace una pequeña pausa— Hace un tiempo, pasé por una situación que cambió mi vida, perdí la esperanza de que esta volviera hacer la de antes, me sentía en un túnel oscuro y sin salida —baja la cabeza— Pero hubo personas que me regresaron la esperanza, personas que se convirtieron en la luz que necesitaba para salir de ese túnel —levanta la mirada con una sonrisa— Y eso es lo que deben ser para las personas que ayuden, su luz para salir del túnel, su esperanza, ayuden a todos los que sus manos alcancen, sonrían a quienes lo necesitan, devuélvanle la esperanza a las personas.
»Sean valientes, fuertes y amables —habla con seguridad— Sean luz, sean esperanza, estén orgullosos de ustedes mismos y de cada paso que den y por sobre todas las cosas, nunca se rindan, buena suerte, héroes del mañana.
Al terminar su discurso los aplausos no tardan en llegar, Kazumi baja del podio con un sonrisa orgullosa de lo que había hecho, se despide de los dos chicos que habían subido con ella, quienes la felicitaron por su discurso y regresa a su asiento.
Crecí de la noche a la mañana.
Sobreviví.
La ceremonia continua, los nervios no volvieron a atacar a la de ojos castaños, se sentía tranquila y plena observando como su mayor sueño se hacía realidad.
No hay esperanza, solo mentiras y te enseñan a llorar en tu almohada.
Pero sobreviví.
Desde lo sucedido, dudaba que este día llegaría, había pensado que el secuestro cambió su vida y si lo hizo, pero no completamente para mal, no cuando había aprendido tantas cosas de ella misma y de las personas cercanas a ella debido a esto.
Encontré consuelo en el lugar más extraño, en el fondo de mi mente.
Había crecido aún más, era todavía más fuerte de lo que era antes, había decidido mirar el lado bueno de esta experiencia, tomar el mayor aprendizaje de esta, madurar y mejorar.
Todavía estoy respirando.
Estaba orgullosa de la persona que era hoy y eso solo se debía a todo lo que ha sucedido en sus vida, todo lo que la ha llevado a estar aquí.
Estoy viva.
—Felicidades, oficialmente son héroes profesionales —habla el director Nezu y al terminar de pronunciar esas palabras, gritos, exclamaciones y vitoreos se hacen presente en el auditorio, la castaña se gira para mirar a su mellizo con una enorme sonrisa y salta sobre él para abrazarlo.
Y todavía estoy respirando.
—¡Lo logramos! —festeja, el rubio cenizo le regresa el abrazo.
—Lo logramos —murmura y la mira a los ojos— Lo lograste.
Lo tomaste todo, pero sigo respirando.
Kazumi asiente sonriendo y luego alza ambos brazos hacia el techo tomando aire para gritar.
—¡LO LOGRE!
Estoy viva.
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Holu, Cocos.
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