¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
《☾✩꧁꧂✩☽》
No quiero perderte otra vez.
—Necesito que estén preparados para todo —pide el pelinegro mirando a sus dos estudiantes, es el día donde llevaran a cabo el rescate de la castaña, este contara con dos grupos, el grupo de defensa y el grupo de rescate.
Gracias a la información proporcionada por la rubia saben que esto es elaborado solo por el Dabi, sin embargo, no se confían de que la Liga de Villanos no lo ayude y esa es la razón del grupo de defensa en caso de que deban pelear.
No es un grupo demasiado grande, tienen ayuda de la policía y se encuentra héroes como Eraser Head, Endeavour, Beast Jeanist, Hawks, Edgeshot en compañía de Shoto y Katsuki, es un grupo pequeño de héroes pero la prioridad es el rescate e intentaran hacerlo sin pelear.
—¿Con eso se refiere a que estemos preparados para verla en mal estado o muerta? —inquiere el rubio cenizo con la mirada fija en sus guantes, ajustándolos.
—Rika dijo que él solo le haría daño si ella lo provocaba —recuerda el bicolor mirando a ambos, negado a siquiera pensar en esas opciones.
—Esperemos que no la haya provocado —murmura el de ojos oscuros, intenta seguir hablando pero el de ojos rubí lo interrumpe.
—Ella no es idiota —replica apretando los puños a ambos lados de su cuerpo.
—Solo les pido que se comporten como si fueran héroes profesionales —aclara con cero ganas de imaginarse a su estudiante en condiciones deplorables, sin embargo, sabe que es una posibilidad y es por eso que decidió hablar con ellos— Salimos en cinco minutos.
Sale de la sala donde se estaban alistando dejando a ambos chicos solos, Katsuki termina de acomodar su traje o fingir hacerlo y se dirige hacia la puerta, sin embargo, se detiene al ver la mirada perdida del heterocromático, suelta un bufido.
—Ella estará bien —farfulla y agrega en voz baja para que el otro no escuche— Tiene que estarlo.
Shoto levanta la mirada y observa como sale de la habitación, suelta un suspiro acomodándose los accesorios de las muñecas de su traje.
—Eso espero —susurra siguiendo el camino de su compañero.
La castaña observa con rencor la puerta una vez que se cierra cuando el pelinegro sale de la habitación llevándose con él el vaso y el plato vacío luego de haber comido lo que le trajo, no sabe cuantos días han pasado pues él no quiere responder.
