Cuerpo De Omega | XXXXII

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Este lugar, para Eun-Ji, ha sido su perdición desde hace años.

De nuevo en aquella cabaña a las afueras de Busan, el olor a porquería que había por los animales del bosque era siempre insoportable y como el suelo no era liso sufría al caminar.

Atrás de ella, sus guardias de confianza que estos últimos años habían venido con ella sin cuestionar nada. No preguntaban el porqué de la cabaña, por qué aquel chico brujo por más acciones irrespetuosas a la corona no estaba muerto, por qué dejaba grandes cantidades de dinero...

Y bueno, un punto a su favor pero para la reina toda su Guardia Real era una mierda disfrazada de lealtad.

-Tropas, sepárense por los alrededores y realicen el procedimiento para detectar invasores.

Mientras los guardias se dlspersaban, ella estaba por abrir la puerta. Ya saben, ella es la reina y técnicamente todo en Busan le pertenece...es decir, esa porquería de cabaña era suya.

Pero justo cuando la abrió, encontró al mismo chico pelimarrón limpiando manzanas en la sala. Al parecer no se había dado cuenta de su presencia, tenía una cara de felicidad al limpiar las manzanas y ponerlas en el cesto.
Will, el chico, era una joya y a la reina se le hacía ridículo todo su drama de querer ser un alfa. ¿Por qué? Si era adictivo a la vista de cualquier alfa normal, era un lindo omega...joven, con una linda boquita que hacía expresiones de felicidad malentendibles y era peor cuando suspiraba.

Ese omega podría tener a cualquier alfa a sus pies, siempre y cuando abra sus piernas y se deje hacer.

Pero por el contrario, profetisaba ser un alfa como los demás. En una ocasión se dignó a preguntarle por qué y con su tono siempre despectivo dijo "Porque me siento uno, mientras yo sienta que lo soy no importa la opinión de atorrantes como usted".

-Guardia 14, asegúrese de que nadie ingrese a la cabaña.

Y por hablarle a su guardia, Will se dio cuenta de su presencia y cambió esa expresión de felicidad por furia. Como regalo de bienvenida, le tiró una manzana podrida en los zapatos.

-Lisa no está, ahora váyase bien a la mierda.

-Solo concéntrate en tu trabajo, omega-dijo y vio como se tensaba de la molestia-Y quiero tu manzana más jugosa, pues tengo hambre.

-Cómase mi plátano, vieja.

Como siempre, no encontraba la iniciativa de matarlo por sus insultos hacia ella. Por más que escupa, insulte o ensucie a la reina...ella no hacía nada.

-La maldita adivina no llega, ¿qué mierda está haciendo? ¡La corona la espera!-golpeó la mesa con reproche.

-Esa "maldita adivina" se fue a comprar harina, porque gracias a su "gran" manejo del país no venden harina decente en esta región. Ni huevos, ni aceite-dijo con sarcasmo-Espero con fervor el reinado del príncipe heredero y su alfa, quizás mejoren el país al disminuir el centralismo en su especie de "capital" techada.

-No habrán dos reyes, es una estupidez.

-Una estupidez es lo que hizo su madre al dejarle nacer.

Will con un cuchillo comenzó a pelar una manzana, la cortó y metió un pedazo a su boca mientras el otro se lo lanzaba a la reina. Ella esquivó la manzana, la tomó y miró con expectación antes de dirigirse a mirar al chico.

Comía y sus mejillas se llenaban, se hinchaban cual hámster y al final todo eso pasaba por su garganta. La manera en la que tragaba la manzana, su garganta se movía un poco mostrando el alimento hasta desaparecer.

¡Maldición!, soy omega  |  Yoonmin/SujimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora