Los Brackets Y Sus Inseguridades | XXI

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-En efecto Su Majestad, el príncipe heredero necesita brackets.

No, no podía...¡No podía!
Era lo que menos quería escuchar, había pasado la noche en vela por el miedo a la respuesta del dentista y sus miedos eran reales. Él no podía llevar alambres y cositas en sus dientes, que vergüenza.
Vergüenza no por la gente, le valía mierda lo que sus compañeros digan de él. Vergüenza con sus amigos y su amado alfa, no sabía cómo reaccionarían. Siempre trataba de verse bonito y bien para ellos porque eran sus amigos y siempre trataba de darles lo mejor de él.

-¿Para cuándo los va a necesitar?-preguntó su padre.

-De hecho, ya le tengo listo todo para ponérselo hoy en la tarde. Tiene un diente algo torcido, nada grave pero por estética lo mejoraremos.

-¿Es necesario?-dijo el ahora adolescente con una voz de sufrimiento.

-Sí, demorará...no es fijo, pero creo que un año se los sacaré-vio la cara de angustia del chico-Para eso tendrá dieciséis años, no se ponga así.

El mundo se le iba a acabar, ¡era imposible verse bien con metal en su boca!
A regañadientes se sentó en la silla especial y cerró los ojos, sus padres se encontraban sentados y curiosos de lo que hacia el médico.
Demoró una hora, en toda ella le metieron diferentes cosas y para asegurarlas una especie de pegamento que se sentía feo. En un momento sintió sus dientes más pesados y realmente le incomodaba tener algo nuevo ahí.
Pero nada de eso fue reemplazado a cuando terminó y pudo verse en un espejo, era...horrible.

-Me pidió un color discreto, el que concideré normal era el gris que se mezclaba con sus brackets.

Su boca se sentía como la de un cocodrilo o algún animal con la boca grande y pesada. Y dentro de él, su cerebro creaba imágenes falsas de como se veía su boca más ancha con los frenos.
Lo más feo es que le incomodaba mucho, incluso comenzaba a dolerle porque apretaba sus dientes. Odiaba esto, también odiaba a persona que tuvo la magnífica idea de arreglar su diente chueco.

-En un tiempo tendrás una buena sonrisa, uno tiene que verse bien ante la sociedad para que lo respeten y valoren-le dijo la reina como si fuera una regla infaltable-También tienes que vestirte bie-

-No voy a cambiar mis sudaderas por tus trajes elegantes-le dijo con molesta, odiaba su obsesión por integrarse a la maldita sociedad-Y si me dejo hacer todo esto es porque no tengo otra opción.

{👑🚫}

Era un nuevo día en la escuela, este era su último año en la secundaria y se había dispuesto a ser el mejor de la clase.

-¡Vas a ver que yo te voy a ganar Yoon!

-Seokjin hyung, no quiero pelear contigo cuando es obvio que ganaré yo-dijo con un poco de arrogancia.

-Jin hyung, si estudiaras más que ver dramas podrías ganarle-comentó un pelimorado, pero después de la mirada asesina de su amigo se calló.

-¿Y Minnie?

Era extraño, su lindo príncipe nunca se perdía una clase a menos de que fuera algo muy grave. Y cuando eso sucedía lo extrañaba horrores, era su otra mitad y siempre se sentía feliz con él a su lado.

-Creo que está enfermo o algo así, me lo dijo el rey.

-¿Cierto que vives ahí?

¡Maldición!, soy omega  |  Yoonmin/SujimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora