¡Maldición!, soy omega | Yoonmin/Sujim

Conquistar A Ese Chico | XXIII

Quisiera avisar que habrá un pequeña escena fuerte, trataré de moderarla para que sea para todos.

Podía sentir la profundidad a la que llegaba su alfa, le encantaba y mucho. Era algo que solo podía sentir él, nadie más, lo hacía sentirse tan orgulloso pero tan bien.
Los movimientos fueron acelerando, como resultado no pudo callarse más y gritó desesperado por cariños.

–¡M-más!–dijo entre balbuceos.

Se había detenido, ninguno dijo nada al escuchar unos tacones pasar por ahí. Se detuvo el sonido y volvió a aparecer para irse del lugar.

–Te dije que tenías que hacer silencio–susurró, no quería hacer más ruido.

–¿Cómo pudiste pedirme eso? A ti no te estan follando de manera excelente ahora–observó la puerta asegurada–No le hagas caso a la reina.

–Minnie, nos van a matar.

A pesar de haber dicho eso, el azabache volvió a moverse asustando por un momento a su omega.
Después de eso no vio nada, solo podía sentir su interior lleno y el placer en su cuerpo. También la mezcla de aromas de excitación y algunos toques de su alfa. Moría, pensaba que iba a morir...nunca pensó que el placer sería muy grande para él. Pero le encantaba sentirse a punto de morir, le fascinaba. Todo se sentía tan prohibido, pero tan bien...le gustaba esa sensación de peligro.
Pronto sintió un dolor abajo, sabía que pronto acabarían. Su instinto exigía poner de lado su limpio cuello, listo para una marca que amaría mucho.
De pronto, sonó la alarma de su celular en medio del oscuro cuarto.
Algo no cuadraba.

–¿Ah?

Abrió los ojos, su habitación no estaba oscura como antes. Por el contrario, los rayos de sol daban directamente a su cara con la intención de despertarlo. Yoongi tampoco estaba ahí...bueno, siempre sentía que estaba ahí porque dormía con algunas camisas suyas pero no lo veía por ningún lado.
Miró por debajo de sus sábanas al sentir un dolor fuerte en su abdomen, sentía su pantalón mojado y su miembro estaba erguido.

–¡Papá!–gritó esperando a que su padre escuchara su llamado.

Definitivamente había tenido un sueño húmedo con nada menos que su novio. No sabía en que afectaba su vida, pero acaba de entrar en celo y por lo tanto no podía ir a la escuela.

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–Alumnos, hoy escogeré grupos de dos para una maqueta sobre el sistema solar–el amable señor se sentó después del aviso para ordenar sus papeles y los grupos.

–Jin hyung, espero que nos toque juntos.

–Eso es normal, todos desean trabajar conmigo porque tendremos buenas notas–dijo de manera arrogante y se acomodó los lentes–Pero también me gustaría trabajar contigo Yoongi, siento que el resto no le va a dar importancia-

–¿Sabes por qué Jimin faltó?

El pelirosa suspiró, ahora ya no deseaba trabajar con el alfa pelinegro porque parecía que tampoco le daría la misma importancia.
Los trabajos hubieran sido mejores con Taehyung o con Namjoon, pero eran menores que él.

–Solo digamos que te necesita–susurró para no llamar la atención–Pero en unos días, como nuevo.

–¿Está bien?

–¿Por qué no vas tú mismo?

–No puedo, lo sabes–dijo con obviedad.