¡Maldición!, soy omega | Yoonmin/Sujim

Una Raza Mágica | IX

Hace 20 años, habían tres tipos de alumnos en la escuela del Palacio Real:

-Guardias y soldados de élite
-Hijos de comerciantes, gente famosa y realeza
-Magos

Los magos eran de los alumnos más extraños, pero fascinantes.
Solo podían ingresar a esa escuela magos de nivel secundario y tenían su propio pasillo de aulas en el que habían todo tipo de utensilios para el aprendizaje.

Los magos eran una raza respetada y temida por los humanos normales, a pesar de que no habían grandes problemas de comportamiento.
Aquellos que nacían bajo la gracia de la Diosa Luna eran capaces de usar la magia a su voluntad. Siempre trataban de hacer hechizos que sirvieran al mundo para bien, pero también eran humanos y no todos eran buenos magos.
Magos, guardias, realeza y pueblo convivían felices.
Fue cerca del final del reinado de Eun-Ji I en el que toda esa paz se desmoronó.
Se había hecho popular por todo el mundo el caso del ladrón que había intentado robar una de las joyas de la hija de la reina de Busan. Casualmente el ladrón era un mago que había visto esa joya y quedó enamorado de ella.
El mundo recriminaba a aquella raza mágica por usar sus habilidades a su favor cuando la culpa solo había sido de una persona.
Pronto acudió la prensa a la princesa "agraviada" y ella respondió que dejaran pasar por esta vez el tema.
Meses después subió al trono la actual Park Eun-Ji II junto a su esposo Jeong-Hui y un bebé cuyo nombre todavía no era anunciado.
Hubo una gran desaparición de magos al rededor de las áreas más pobres de Busan y el resto que quedaba huía a la nación vacía de Daegu a refugiarse.
Cuando le preguntaron a la reina sobre la desaparición de habitantes no dijo nada, por el contrario, se mostró ansiosa.
La prensa seguía investigando hasta que encontraron un laboratorio.
Cientos de personas estaban encerradas en cápsulas que cada cinco minutos les sacaba sangre para muestras. Todos magos inmovilizados.
La reina dio a conocer que ella había mandado a hacer esos experimentos para estudiar el cuerpo de diferentes magos y encontrar algún órgano u otra cosa que les diera esa magia. Pero como no había nada acusó a toda esa gente de conspirar con el diablo.
El mundo entero se puso del lado de la reina y nadie se preocupó por los derechos de aquellas personas que fueron sometidas a experimentos sin su consentimiento.
Busan ganaba más poder, la gente despreciaba a los magos y por esa razón, muchos de ellos tuvieron que dejar sus países y huir.
La mayoría iba a Daegu, ese país infértil se había convertido en una burbuja alejada de la realidad donde vivían sobrevivientes protegidos por una barrera.
Otros decidieron ocultarse en distintos lugares y así nacieron los refugios.
Podemos ver que el miedo y la repulsión irracional a lo nuevo o extraño había acabado con casi toda una raza. Humanos, nunca aprenden.

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La foto de arriba fue una pequeña creación que me dio la gana de hacer en ibispanit :v