❯ V E I N T I C U A T R O.

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「 𝚂𝚎𝚋𝚊𝚜𝚝𝚒á𝚗 」; 🍂

Me costo mucho haber dejado a Estefanía después de unos días increíbles a su lado, pero así se debía hacer por mis obligaciones.

Pasaron ya dos semanas de esto, estoy algo preocupado por que la he notado algo sería. No conmigo, pero por lo que llevó de observarla y conocerla, se que algo no anda bien.

Justo una vídeo llamada de ella entra a mi teléfono, contestó la llamada una vez que cierro la puerta de mi departamento detrás de mi.

— Hola bonita, ¿ como va todo hoy? — sonrió una vez su rostro aparece en la pantalla

— Hola Sebas, ya sabes, lo normal — sonrió leve — ¿ tus entrenamientos que tal? —

— Bien.

La veo y sus ojos están tristes, puedo notar que tiene rojos los ojos. Seguramente estuvo llorando, todo en su rostro se ve apagado.

— ¿ que pasa contigo Estefanía?, realmente siento que en lugar de estar feliz por que podemos hablar, te sientes triste o abrumada — dije tratando de no sonar grosero.

Ella asintió y note que una lágrima rodo por su mejilla, la limpio antes de verme nuevamente.

— No es por ti mi amor, soy feliz hablando contigo, pero es que... Siento que el mundo se me esta viniendo a pedazos.. — susurro dejando caer de nuevo algunas lágrimas.

— Pero... ¿ de que hablas?, hace apenas unas semanas te deje bien y...

— Sandra va a casarse con Jesús — me interrumpió

— ¿ y estas triste por eso?

— No, más bien por que antes de casarse, quieren saber si funcionan viviendo juntos... — suspiro — Sebas, Sandra se irá con el en dos semanas — y entonces rompió en llanto.

Solté un suspiro, sabía lo unidas que ellas son, prácticamente son hermanas. Se muy en el Fondo que Estefanía esta feliz por su amiga, pero eso no quita que le duela que se vaya lejos, que tenga miedo a la soledad.

Sabía que en estos momentos no debía hablar, solo escucharla. Ella siguió des ahogándose de su tristeza conmigo, yo como buen novio escuche y trate de comprender.

Fueron unos minutos después que se calmó, limpio sus lágrimas con un pañuelo y me miró con pena.

— Perdoname mi amor, no debería estar así y menos abrumarte con esto pero...

— Hey no, yo estoy aquí para ti muñeca. Para escuchar tus problemas y tratar de entenderte, recuerda que el ser novios no sólo es darnos besos y demostrar amor. Si no también ser el muro de apoyo para cada uno cuando no estemos bien, yo estoy aquí para ti y entiendo que te duele que tu hermana, se vaya a hacer su futuro lejos.

Ella sonrió y suspiro

— no cabe duda de que soy muy afortunada de tenerte, Sebastián.

Sonreí con ternura.

— El afortunado soy yo, eres demasiado tierna y comprensiva conmigo, ahora me toca serlo a mi. Y hablando de ser comprensible, creeme que entiendo lo que pasa por tu mente ahorita, estas triste y con cierto temor por que ahora Sandra será una señora, por así decirlo — ambos Reimos

— definitivamente si, me da miedo afrontar sola esto, además no se como haré con los gasto ahora que... — se quedó callada y soltó un suspiro. — ahora que no tengo trabajo.

Abri los ojos sorprendido, no me había contado para nada que había quedado desempleada. Parecía estar también preocupada por eso, además de que en sus ojos se veía culpa por no habermelo dicho antes.

➤ V E L E R O  「 Sebastián Córdova 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora