❯ V E I N T I N U E V E.

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「 𝙴𝚜𝚝𝚎𝚏𝚊𝚗í𝚊 」; 🍒


Después de lo de ayer estoy segura que parezco un Zombie, ya no pude dormir hasta como a las cuatro de la mañana y tenía que levantarme a las seis.

En realidad fue fácil arreglarme ya que no quería estar en casa, Sandra había estado muy al pendiente de mi en toda la noche. Tal vez temia que hiciera alguna tontería, pero eso es algo que no haría.

Solté un suspiro cansado al ver todas las cajas que tenía que acomodar hoy, será un día muy largo y agotador.

Comencé con mi trabajo, decidí quitar la música de mis audífonos por que ni siquiera estaba prestando atención a la letra, solo me concentraba en lo que tenía que hacer

Y para que mentir, obviamente también estoy pensando en Sebastián, pero eso es algo que no debería estar pasando, el decidió terminar todo.

— Disculpe...

Alguien tocó mi hombro para llamar mi atención, bufé por que juro por Dios que esa voz es la de Sebastián. Voltee a ver pero me equivoque, era un chico bajito de piel blanca y ojos color marrón

— hola, ¿ necesita ayuda? — asintió.

— estaba buscando el pasillo de snacks —

— es el pasillo cinco — sonreí

— Muchas gracias, adiós.

— suerte.

El chico se fue buscando el pasillo que le indique, yo seguí en lo mío. Pasaron un par de minutos hasta que de nuevo, una voz parecida a la de Sebastián. ¿ que acaso ya me estoy volviendo loca?, por que juro que su voz esta por todos lados.

— Hola — voltee

— Sebastián... — susurre

Bueno, en esta ocasión si era el y eso quería decir que no me estaba volviendo loca.

— Iba a buscarte a tu casa, pero Sandra me dijo que estabas aquí — comentó.

Sus ojos parecían cansados, no brillaban como de costumbre. Además un no muy bonito Moreton adornaba su mejilla izquierda, sin mencionar que tenía el labio partido.

— Sebastián, yo de verdad agradezco que me busques, pero en estos momentos estoy trabajando y no puedo quedarme hablando en el pasillo. —

— Entiendo, entonces, ¿ paso por ti en la noche para ir a cenar? —

— por supuesto que si, salgo a las ocho treinta.

— Te veo en la noche entonces— asenti

Sebastián me dio una media sonrisa y paso de mi, pero unos segundos más tarde sentí un beso en mi mejilla.

— Te quiero, lo sabes ¿ no? — susurro en mi oído

— Lo se, tu sabes que te quiero más.

Escuche su risita y después, efectivamente se había ido rápidamente del lugar.

Parece que mi ánimo había crecido más, el saber que Sebastián había dejado su orgullo por veni a verme, me hacia sentir feliz.

¿ puedo decir que nuestro cariño es más fuerte que un mal entendido?, la respuesta tiene que ser afirmativa.

[•]

Salí de mi trabajo bastante cansada, pero eso no influía en mi alegría por ver a Sebastián.

➤ V E L E R O  「 Sebastián Córdova 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora