Prototype Música y Contraste [Serie Fama y Gloria #1]

Capítulo 30

Viktor

20 de abril de 2015

Estamos reunidos en la sala de ensayo que usualmente ocupamos dentro de la disquera. Aiden y Devan están discutiendo sobre la melodía que podría quedar perfecta con la última canción que los mellizos compusieron, habla sobre amistad y hermandad, es una muy bonita letra que puede dar para mucho. Mientras, Kennedy ha ido a buscar algo de comer y yo estoy con Kath ayudándola en una letra que es bastante sugerente.

—Siento que este párrafo no va —gruñe, sé que está algo frustrada ya que, según me ha dicho, lleva varios días atascada con la escritura—. Tal vez deba guardarla para después.

—Yo pienso que queda bien —releo lo que lleva escrito, es una buena canción, tal vez algunas palabras podrían ser modificadas, pero en sí tiene potencial—. Mira, hagamos esto. Esperemos que Kenn llegue con la comida, despejaremos un poco la mente y después podremos centrarnos totalmente aquí.

Kath cede de mala gana. Ambos les decimos a los chicos que iremos a buscar un poco de café. Recorremos el pasillo hasta la sala de juntas más cercana y entramos para hallar la típica cafetera y las tazas blancas, también hay sobres de té y bolsitas de azúcar y leche en polvo. Kath pone a trabajar la cafetera y se recarga contra la mesa con los brazos cruzados.

—¿Has hablado con Palmer?

—Sí, ella y Gerard regresan hoy en la noche.

Escucho a Katherine suspirar y no dice nada más. A decir verdad, no hay mucho que decir y desconozco también los detalles de lo sucedido. Lo que Palmer alcanzó a decirme es que su hermano acababa de perder a alguien importante. Después ambos viajaron a Atlanta para el funeral y ella prometió que hablaríamos a su regreso. De ahí solo le he escrito para saber que están bien, o al menos todo lo bien que alguien puede estar en circunstancias así.

El café por fin está listo. Me preparo una taza con un poco de leche y nada de azúcar. Revuelvo todo y doy un trago que de inmediato me revitaliza. Hubiera preferido un poco de agua fresca, pero a veces cuando te obligas a escribir con un bloqueo o permaneces mucho en una pequeña habitación el sopor se apodera de ti y el café es el mejor remedio.

—¿Recuerdas a la chica que conocí por Instagram? —pregunto entonces.

Kath es la única que está al tanto de mi cuenta secreta. En realidad, con Kath suelo hablar un poco más que con los demás. En todos confío, por supuesto que lo hago, pero con ella tuve una relación más cercana desde el primer momento, no sé si es porque me recordaba mucho a Angie o porque, al crecer con una hermana mayor, siempre me relacione con mucha facilidad con sus amigas y conocidas. Siempre fue muy fácil para mí hacer amigas.

—Por supuesto, aunque hace mucho que no me hablabas de ella —bebé un poco de su café—. ¿Cómo era su nombre? ¿Leah? —asiento a esa información—. Ya... ¿Sigues hablando con ella?

—Sí, todavía hablo con ella —termino mi taza y la dejo sobre el mesón, una idea surge en mi mente y decido llevarla a cabo—. En realidad... hablo con ella casi a diario.