Capítulo 12

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Viktor

21 de febrero de 2015

Repito una última vez la conversación que mantuve con Benjamin el jueves después de nuestro ensayo. Sí, hablamos sobre Palmer. Wendell le comunicó mis intenciones con la chica y, por supuesto, Ben se vio en la necesidad de charlar conmigo respecto a eso. No culpo a Wendell, después de todo solo hace su trabajo, y parte de este es procurar que no hagamos tonterías.

Pero, tal como le dije a Ben, yo puedo manejar esto. Palmer dejó claro que no quiere ser el centro de atención de nadie y eso mismo le dije a Ben. Entiendo que le preocupa que un paso en falso pueda interferir de forma negativa con nuestro trabajo y el cronograma que llevamos. No quiere dramas innecesarios, pero le he dado mi palabra de que nada de eso pasará.

Me ahorré el comunicarle que, de hecho, Palmer y yo nos conocemos de hace ya un tiempo, porque eso habría sido informarle de mi cuenta secreta de Instagram. Sé que estoy haciendo mal al mantener oculta su existencia, pero es que es mi santuario y no creo que sea controlado y monitoreado. ¿Me hace sentir culpable? Sí. Podría ocasionar problemas si llego a hacer alguna estupidez, pero por eso mismo procuro siempre irme con cuidado.

También omití lo que Palmer dijo sobre su hermano, amiga y madre siendo figuras públicas, pero esto fue porque desconozco los detalles y no quería poner paranoico al buen Ben, y mucho menos deseaba que nuestros expertos se pusieran a indagar en la vida de Palmer violando terriblemente su intimidad. Prefiero que ella decida contarme antes de que ellos hagan eso, incluso estoy dispuesto a preguntar si tengo la oportunidad adecuada.

Así que, cuando convencí a nuestro querido manager de que todo iría bien y nada se saldría de control, me dispuse a pensar en este día. Mi cita con la fotógrafa misteriosa que tanto me cautivo con su charla y talento, con la misma chica que encontré tremendamente atractiva apenas la vi en aquella sala de juntas hace un par de semanas.

El timbre de mi apartamento suena. Tomo un profundo respiro y me encamino a abrir. Peino un poco mi cabello hacía atrás y entonces abro la puerta encontrándome a Palmer. Le sonrío y la invito a pasar, ella así lo hace y entonces hay un pequeño momento extraño y torpe en donde ninguno sabe como saludar al otro.

—Tal vez podríamos aprovechar esto para inventar un saludo secreto —comenta—. Ya sabes, algo estilo Juego de Gemelas.

Procede a mover su mano en el aire como si en verdad estuviese realizando alguna señal secreta con el hombre invisible. Es divertido e inevitablemente me encuentro riendo al respecto, lo cual hace que me mire.

—Nunca he sido muy bueno con los juegos de manos, así que no creo que sea buena idea.

—Pufff —Palmer rueda los ojos—. Estoy cien por ciento segura de que eres muy bueno con las manos.

Se hace un segundo de silencio en donde creo que ambos analizamos esa frase que bien podría tener cientos de significados, unos no tan inocentes. Palmer entonces abre los ojos y sus mejillas se colorean de rojo.

—Yo no me refería a... —comienza a decir, pero se traba a media frase—. El bajo. Me refería a que eres muy bueno tocando el bajo y esas cosas. ¡Dios!

Suelto una carcajada que al poco Palmer imita. Todo ese momento extraño del principio se va y los dos nos relajamos notablemente. Palmer deja su mochila de lado y me entrega su chaqueta de mezclilla para que yo pueda colgarla en el pequeño armario de mi recibidor. Me permito entonces apreciarla discretamente por un momento.

Está vistiendo jeans color vino que se amoldan a sus piernas, una blusa de manga tres cuartos blanca cerrada hasta el cuello y un bonito y discreto collar con un colgante de lechuza. Su cabello permanece suelto sobre sus hombros. Luce simplemente increíble, elegante en un estilo natural y cómodo que definitivamente va muy bien con ella.

Prototype Música y Contraste [Serie Fama y Gloria #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora