Prototype Música y Contraste [Serie Fama y Gloria #1]

Capítulo 35

Palmer­­­

20 de mayo de 2015

Sabía que hoy sería un día duro para mí, pero nunca imaginé cuánto. Tomo una última profunda respiración antes de salir de la camioneta en la cual Josh y Luke nos han traído a Jane y a mí.

—Todo estará bien —escucho que murmura Jane y da un rápido apretón a mi mano que agradezco profundamente.

Apenas Josh abre mi puerta y yo pongo un pie fuera la lluvia de voces cae sobre mí. Hay preguntas que apenas entiendo, el sonido de los obturadores y los gritos de fans de mi hermano —y también de mi novio, claro— que me aturden por completo en el recorrido que hago hasta mi destino. Estoy segura de que intento sonreír, incluso saludo con la mano, pero cuando las puertas se cierran tras de mí y todo queda amortiguado es evidente mi alivio.

Jane me sonríe y seguro me habría felicitado si no fuera porque inmediatamente nos piden nuestros pases para el evento, anotan nuestros nombres en una lista y alguien nos escolta hasta donde mi hermano se encuentra.

Por el camino me distraigo observando los detalles que han preparado para este evento y es que a Gerard siempre le ha gustado hacer cosas distintas para cada presentación de su libro. Esta vez, y de último momento, cosa que enfureció a John y seguramente a algunas personas de su editorial, decidió que sus invitados asistieran vestidos de blanco o negro y la decoración va a juego con la temática.

Yo opté por un vestido negro ajustado, Jane por uno impecablemente blanco y cuando llegamos hasta Ger me doy cuenta de que él se lució rompiendo su propia regla y viste completamente de un rojo vino a excepción de la corbata blanca que resalta sobre su pecho.

—Estoy segura de que eso es considerado trampa —se queja Jane en voz alta atrayendo la atención.

Gerard sonríe engreído y se acerca a nosotras para saludarnos.

—Es mi evento, querida Jane, se me permite hacer todas las trampas que yo quiera —le dice tras besar su mejilla.

—Sinceramente, no me sorprende que hicieras algo así —comento yo, ganándome un guiño de su parte.

Noto como mi hermano me recorre el rostro con escrutinio buscando cualquier cosa que indique el como estoy, después procede a abrazarme y me permito relajarme entre sus brazos. Desde que salí del hospital nos hemos visto pocas veces, sé que de ser posible se habría mudado a mi sillón, pero su agenda no se lo ha permitido y definitivamente eso fue un poco problemático para su instinto protector.

—Gracias por estar aquí —murmura antes de romper el contacto.

—Jamás me lo perdería, hermanito.

Procedemos a saludar a gente de su editorial, a algunos ya los conocía de antes, a otros no. Poco a poco las personas van llegando en elegantes ropas y honestamente todo esto parece alguna clase de fiesta de socialité. Algunos acuden a sus asientos, yo permanezco vagando alrededor y buscando un poco de agua para mi pobre y deshidratada garganta.