Capítulo 31

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Palmer

25 de abril de 2015

Han sido días difíciles. Quisiera arrastrarme debajo de una roca y permanecer ahí, sin embargo, sé que no puedo hacerlo porque tengo que trabajar y ser la roca de mi hermano. Especialmente hoy, ya que tendremos una de nuestras reuniones bimestrales con nuestros padres. Estaremos los cuatro en una mesa y ellos nos interrogarán sobre nuestra vida. Algo incómodo, pero igual disfruto de estos momentos.


Termino de trenzar mi cabello, arreglo mi pantalón y considero que estoy lista para el asunto. Respiro profundamente, mi misión de hoy será volcar toda la atención sobre mí para evitar las preguntas hacía Gerard. No les ha dicho a nuestros padres sobre Nathalie, y creo que quiere hacerlo hasta que él esté listo para hablarlo sin que duela tanto y yo respetaré esa decisión.


Una hora más tarde estoy entrando al restaurante en donde usualmente nos reunimos. A mamá le gusta porque es muy privado y no debemos preocuparnos porque alguien escuche lo que sea que hablemos y lo filtre después. Aunque claro, nada impide a los buitres merodear los alrededores y, dados los sucesos más recientes en nuestras vidas, estoy segura de que alguna que otra foto habrá y la especulación comenzará.


Doy mi nombre y llego a nuestra mesa. Lo primero que me sorprende es escuchar a mi hermano y padres reír. Sí, ya sé que soy la última, pero ahora no me enfoco en el posible regaño de mi madre. Mis ojos están fijos en Gerard y cuando me ve me saluda como cualquier otro día. Intento ocultar mi confusión, porque es bastante extraño ver a mi hermano tan jovial como si la última semana no se hubiese abstraído en una nube gris.


—Diez minutos tarde, Palmer Bray —es la manera que tiene mi madre de saludar a la vez que me abraza y besa mi mejilla.


—No controlo el tráfico, mamá —resoplo con ironía y ruedo los ojos, ganándome una de sus miradas agudas.


—Debiste haber salido, aunque fuera quince minutos antes, Palmer. Siempre hay que ser previsores en esta vida —aporta papá estrechándome en un abrazo, sé que lo dice solo por molestarme.


Entiendo que hoy será el día donde todos se unen en mi contra. Eso es lo que me gano por ser la última en llegar. Todo transcurre, por demás, de una manera tranquila. Bromeamos y nos ponemos al día. Mis padres me interrogan con respecto a Viktor y a mi madre se le ocurre la magnífica idea de organizar una cena en donde él pueda venir. Jesús, no por favor. No sé, pero creo que el presentarlo a mis padres es presionar un poco, aunque él ya conozca a mamá.


El traidor de mi hermano apoya la idea y yo solo puedo lanzarle mi mirada más envenenada. Lo amo y me preocupa, pero me ha vendido y eso no será olvidado en el futuro próximo.


Me siento bien de estar con mis padres, se siente un poco como volver a los años en donde éramos una familia como cualquier otra y pasábamos desapercibidos. No diré que quiero volver a eso, porque estaría siendo injusta, no solo conmigo, también con mi familia. Sin embargo, es bonito estar así y cuando nos despedimos estoy un poco revitalizada, como si parte de la pesadez de los últimos días se hubiera evaporado.


Gerard y yo vemos como nuestros padres se alejan, cada uno en una diferente dirección. Nos quedamos un momento en silencio y por fin me giro a él, todos los sentimientos que estuve ocultando estas horas fluyen de mí y lo nota, veo el cambio, como cae esa fachada que mantuvo todo este tiempo.

Prototype Música y Contraste [Serie Fama y Gloria #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora