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Al pensar que salir por una ventana había sido buena idea, pues, realmente se equivocó

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Al pensar que salir por una ventana había sido buena idea, pues, realmente se equivocó.

Estuvo despierto por diez minutos, mirando aquellos cabellos albinos tan sedosos y brillantes. Ese omega era hermoso, claramente, pero era su amigo y no se acordaba de lo sucedido el día anterior, aunque se daba una idea por estar solo en ropa interior. Algo que lo aterraba y por ello quería salir rápidamente de aquella casa.

Su mejor opción fue ver por la ventana, no era tan alto, solo debía caer bien para no torcer su tobillo. Lástima que cuando se puso toda su ropa y se fue por la ventana, cayó mal.

Maldijo por lo bajo, pensó en la casa que quedaba cerca del departamento de su amigo y pudo pensar rápidamente en un azabache.

Samuel vivía a una cuadra de dónde estaba y eso era excelente. Solo debía ir, decirle todo lo ocurrido desde que despertó y que debía ayudarlo, seguramente lo regañaría o le haría saber que si su amigo quería hablar con él, los dejaría a solas. No importaba, después de todo,   apostaba que Rubius estaba en su casa e interrumpiría un momento de ambos.

También le debería un favor al alfa, pero eso ya sería otro tema y tendría que pensar en algo luego.

Solo se apuró en ir, tratando de caminar normal para llegar, ignorando el dolor en su brazo y pie, realmente esperaba que su amigo no quisiera golpearlo cuando le contará todo.

Al llegar, tocó la puerta dos veces y fue raro ni siquiera escuchar algo desde afuera— Joder... ¡Samuel! ¡Rubén! ¡Alguno de los dos! ¡Abran por favor! —gritó, no importaba si la señora que vivía al lado lo escuchó, necesitaba sentarse.

Antes de tocar otra vez la puerta, está fue abierta, pero dejando ver a un pelinegro de lindos ojos azules, por su estatura supo que era un omega y además como el traje que llevaba se moldeaba a su figura tan delicada; además, de elegante. Si, lo había visto de pies a cabeza rápidamente.

Ese omega si que era mucho más que hermoso.

Por ello, no pudo decir nada, su mente estaba en blanco y ya se le había olvidado para qué había venido.

~¿Nos equivocamos de casa? ¿O hemos muerto al caer de la ventana y estamos en el cielo? Si él es un ángel, me encanta la bienvenida.~

Su lobo había hablado y si, estaba de acuerdo, es que ese chico parecía un mismísimo ángel caído del cielo para llevárselo consigo. Realmente aceptaría irse hacia la luz con tan lindo chico.

— Adivino, ¿Fargan? —boqueó y solo asintió repetidas veces— Bien, no es al primero que desearía encontrarme, pero supongo que me servirás —se desconcertó con aquellas palabras y luego sintió el agarre del chico en su camiseta, atrayéndolo dentro de la casa y cerrando la puerta.

ミLustful secretミ RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora