Nunca pensó que podría ser descubierto, menos que fuera por el más bobo de sus amigos al encontrar una de las revistas. Aunque tal vez aquel chico, si que lo sorprenda.
- ¿Qué condición?
- De que no me alejes de tí.
-💜-
[🔥] Temática omegaverse
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- Vale, voy a castrarlo, de verdad -dijo enojado aquel omega mientras daba vueltas al caminar en la habitación, mientras aquella rubia lo miraba con una sonrisa divertida.
Estaba tan frustrado y a la vez ansioso por no tener más información sobre su amigo que claramente lo estaba evitando. Porque ni las llamadas, los mensajes, nisiquiera lo vió en la cafetería a la que recurrían juntos como antes.
¡Era como si no quisiera verlo en pintura!
- ¿Piensas llamarlo entonces? -paró de caminar para mirarla, la beta sostenía su celular- Vamos Willy, que es tu amigo igualmente y debe haber una razón para que no lo encontrarás la mañana siguiente, además, de que no contestará tus mensajes.
El albino hizo una mueca, tomando su celular y jugando con él entre sus manos, suspirando- Lo llamo, pero ¿qué se supone que diga? El idiota pudo haber malentendido todo y por eso no quiere hablarme. ¡Es un gran bobo!
La chica soltó una risita- Y son el uno para el otro -el omega se ruborizó- Trata de explicarle la situación, después de todo, fuiste el único que estaba sobrio.
Se sentó en el sofá de al frente, mirando su móvil en manos y mirando luego a la de orbes canela- Kris, es mi mejor amigo, prácticamente sabe todo de mí y yo de él - la beta le sonreía cálidamente- No quisiera perderlo por esto.
La rubia se levantó para acercarse a él y poder abrazarlo, ella no podía sentir el aroma a limón agrio en esos momentos- No vas a perderlo Willy, estoy segura, tú solo llámalo.
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El pelinegro estaba aún leyendo los últimos mensajes de aquel chico, suplicando que realmente fuera una broma y tratando de encontrar un indicio de aquello, saber si realmente era real.
~Deja de agobiarte, es real, aquel chaval te a invitado a salir.~
Solo pudo apagar su teléfono, mientras lo guardaba y así miró a su amigo que se acercaba a él- Alex, ¿sabes dónde está Rubén?... -al mirarlo, la expresión del azabache cambió- ¿Estás bien? -preguntó preocupado.
