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— ¿Y justo hoy vienen sus padres?

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— ¿Y justo hoy vienen sus padres?

— Si...

El día anterior había ayudado a aquel alfa a acomodar algunas cosas de su casa, sabía que quería que todo estuviera bien cuando llegaran sus padres y dar una buena impresión ante ellos. Sabía que hace unos meses había visto a su madre y hermana, pero ninguna llegó a su casa así que no tuvo que preocuparse tanto.

Pero ahora llegaban y sabía que ellos analizarían todo, realmente le preocupaba como aquel chico estaba un tanto serio o en su burbuja desde aquella llamada el posterior día al de ayer.

No le gustaba para nada el aroma a chocolate un tanto agrio, como si el dulzor estuviera desapareciendo. Lo había visto solo una vez así y también involucraba a sus padres.

— ¿Vas a quedarte con él? —preguntó el contrario desde el otro lado del teléfono, solo suspiró un tanto cansado.

— No lo sé, quisiera, pero es un asunto familiar y yo no formó parte de la familia —respondió, aquella palabras hicieron que su lobo se recostara con las orejas hacia abajo, le había dolido.

Aún —rió leve por el tono divertido en el que habló su amigo— Aún no formas parte de la familia, pero pronto lo serás.

— No somos nada aún, Alex, queremos intentarlo con salir a citas, pasar tiempo juntos, ya sabes, conocer mejor a la persona.

— Y yo soy el mayor aquí. Vamos a ver Sam, lo conoces desde hace años, literalmente crecieron juntos y saben mucho del otro, ya se besaron y aquella tensión sigue en ambos. —mordió levemente su labio inferior, el omega tenía razón— Entiendo que quieras saber cómo es al llevar una relación, pero creo que ya has conocido aquello de él con solo estar a su lado en estos días o, ya mucho antes. Solo piensa en lo que te digo, está bien llevar un ritmo, pero ambos ya han demostrado mucho lo tanto que se quieren.

Inhaló profundamente y exhaló— Lo tendré en mente, gracias por el consejo.

Para eso estoy, ahora debo dejarte y suerte.

— Gracias, adiós —y cortaron la llamada.

Guardó su teléfono en la chaqueta que traía puesta, la cual le quedaba grande,ya que era del alfa que en esos momentos entraba del pasillo. Sonrió leve al conectar sus miradas y a pesar que el otro hizo el intento por sonreírle, notó la mueca agotada.

— Rub —el castaño lo seguía mirando— ¿Quieres que me quede contigo?

El alfa se acercó a él, sin despegar sus miradas y al estar a escasos centímetros de su rostro, tomó su mentón con suavidad para juntar sus labios en un beso lento y poco duradero.

ミLustful secretミ RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora