ミLustful secretミ Rubegetta

🔥 - O4

— Si sigues tomando así, vas a tener una resaca horrible mañana Rabis —advirtió su amigo al tocarle el hombro, pero lo único que hizo fue mirarlo de reojo y terminar aquel vaso con tequila. El omega suspiró cansado.

— No seas terco cerdo, que nisiquiera has explicado el porqué te has puesto así —habló el otro beta que estaba a su lado.

Pero no hizo caso, la verdad es que no quería pensar en nada ya que si pensaba, aquel azabache se venía a su mente y las posibilidades de que nunca más vuelvan a hablar como antes ya que lo evadía.

Se estaba arrepintiendo de no haberle detenido al verlo irse hace unas horas, de no tomarlo de la muñeca y decirle que quería hablar con él, que necesitaban hablar ya que era una tortura seguir pensando que lo odiaba o estaba incómodo con su presencia. Necesito aclarar sus dudas.

~Somos unos cobardes de primera, es que no me sorprendería si el nos evade hasta morir. Nunca hemos tenido nada serio, siempre hemos dado esa imágen y el hecho de que los demás dijeran sobre lo de la revista, da otro punto a que ese lindo omega nunca se interesará en nosotros, como siempre.~

Si, tal vez no debería hacerle tanto caso a su lobo, después de todo ya estaba así por sus pensamientos y el licor que había estado tomando. Pero al pensarlo y meditar esas palabras...

— No quiero que Samuel me odie, no quiero ser la imágen de un pervertido hacia él —habló, sus amigos lo miraron sorprendidos.

No era nada nuevo que sentían química o alguna tensión en ambos mucho antes. No se iban a sorprender si alguno se enamoraba del otro ya que habían ensayado, sin que ellos supieran, que decirles ante cualquier problema en que deban ser sinceros con sus sentimientos.

Pero seguía siendo sorpresivo ya que nada se compara a como lo imaginas cuando realmente lo estás viviendo en esos momentos.

El albino fue hacia él, haciendo que volteará para que lo mire y ambos tener sus miradas conectadas. Y le dió una leve bofetada lo que hizo que cierto alfa de ojos dorados aguantará una carcajada.

— ¿Sabes lo preocupados que estábamos cuando no te oíamos decir ninguna miserable palabra? Mierda, es raro que estés tan callado y más cuando estamos todos juntos, más si vamos al bar. ¡Siempre habías sido el primero en apostar con Auron para ver quién tomaba tantos shots en segundos! —lo samaqueó un poco al sostenerlo nuevamente por los hombros— ¡¿Sabes que casi beso a Fargan al verte así de callado?! ¡Iba a besar a Fargan, Rubius! —gritó aterrorizado al castaño, haciendo que a quien había mencionado se indignara de cierta forma, pero por el alcohol en su organismo no le tomó tanta importancia— Nos preocupas joder, pero es buen que ya dijeras algo porque si no yo hubiera sido quien te hubiera hecho hablar.