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— Hola mamá —saludó con una sonrisa a su progenitora, para que así dirija su mirada al hombre al lado de ella y una pelirroja que tenía una pequeña sonrisa— Padre y Nieves

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— Hola mamá —saludó con una sonrisa a su progenitora, para que así dirija su mirada al hombre al lado de ella y una pelirroja que tenía una pequeña sonrisa— Padre y Nieves. Pasen —se hizo a un lado para que sus familiares se adentren a su casa, mirando de reojo como sus progenitores miraban el alrededor.

— Se ve diferente a la última vez que vinimos, ¿has pintado las paredes? —preguntó aquella omega con una sonrisa al final, claramente no iba a preguntar por el otro aroma que sentía.

Solo asintió— Si, hace unos meses pinté las paredes —respondió, su hermana lo miró con una ceja alzada y suspiró— Vengan, necesito decirles algo.

Se dirigió a la sala, siendo seguido por los otros tres y al llegar, solo le sonrió a aquel azabache que estaba de pie y los miró— ¿Samuel? —el nombrado sonrió leve a la mayor— Pero cuánto has crecido y te vez más hermoso que cuando eras un niño.

Soltó una risilla nervioso por el halago de aquella omega, hasta que el alfa a su lado lo tomó de la mano— Mamá, papá, creo que habéis sentido el leve aroma a lavanda al entrar ¿verdad? —ambos asintieron, el más bajo le dió un pequeño apretón a sus manos juntas y así sonrió para mirarlo con cariño— Samuel es mi pareja, el aroma que sintieron es de él.

La pelirroja sonrió ampliamente ante aquella noticia, llendo rápidamente a abrazar al de orbes amatista— ¡Bienvenido a la familia Sam! ¡Realmente gracias por soportar al bobo de mi hermano!

— ¡Oye! —Ambos omegas rieron, mientras la chica soltaba al azabache y los miraba realmente feliz. El castaño negó con una leve sonrisa, mirando a sus progenitores— Mamá, papá, ¿no dirán nada?

El alfa aún seguía serio, analizando todo lo que había sucedido y su madre, ella simplemente empezó a llorar, alarmando a ambos hermanos y al azabache— ¿Mamá? —la pelirroja se acercó rápidamente a ella, tomando sus manos— Madre... No llores, ¿qué pasa?

La mujer sollozó, sonriendo a la pareja— Es que cuando Sam se fue de la ciudad, pensé que mi pequeño nunca podría ser feliz y realmente estoy feliz que estén juntos —ambos sonrieron, para que así el castaño se acerque a su madre y la abraze— Más te vale cuidarlo y no hacer ninguna tontería Rubén, no te perdonaría si dejas ir a Samuel.

Solo rió, para así separarse de su madre y dejarle un beso en su frente— No mamá, tranquila —miró al omega, pidiendo que se acerque y tome su mano, lo que esté hizo sin rechistar— Amo a Samuel y te prometo que no cometeré ninguna tontería dónde él pueda salir herido, no le haría eso a mi omega —el chico le sonreía con cariño, ambas mujeres los veían encantadas, ellos realmente tenían un lindo futuro juntos.

El alfa solo se mantuvo en silencio mirando todo, su esposa e hija estaban felices en esos momentos y no interrumpiría nada, o al menos por esos momentos. Aún estaba serio, no creía que su hijo tuviera una pareja y mucho menos una estable.

ミLustful secretミ RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora