Tu cuerpo mi religión || HyunIn

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Jeongin había llegado a su casa demasiado exasperado como para si quiera saludar a las señoras que estaban reunidas en la sala.

Se encerró en su habitación, dejándose caer con frustración.

Prácticamente toda su vida fue educado entorno a la religión y aún que Félix le había ayudado en abrir su mente en ciertas cosas, no estaba preparado para digerir lo que había pasado hoy.

Apenas había llegado a la conclusión de que las chicas no llamaban su atención, realmente nadie lo había hecho hasta que Hyunjin llegó, no lo iba a negar, era demasiado atractivo pero una cosa era mirarlo y otra muy diferente masturbarlo dentro de la iglesia. ¿Cómo carajos iba a ir el siguiente día? Peor aún ¿Con que cara vería a Hyunjin? Y ¿Por qué se había comportado de esa manera?

Necesitaba ayuda, necesitaba a su mejor amigo.

Sabía que su madre estaría con esas señoras como por tres horas y en ese tiempo ella no lo subirá a buscar, así que estratégicamente, salió por su ventana y corrió hasta la casa de Félix.

La pequeña casa estaba a unas cuantas cuadras de la suya, la tarde ya estaba desapareciendo, tocó la puerta, las luces estaban encendidas por lo que seguramente Félix si estaría.

—Hola Jeongin— saludo la madre de su amigo

—Hola señora Lee, ¿Está Félix?—

—Si, pasa, está en su habitación puedes subir— Jeongin asintío, subió las escaleras con confianza,  pues la familia Lee lo estimaba mucho. Llegó a la habitación y entro, su amigo estaba tirado en su cama escuchando música por lo que no noto su presencia, Jeongin se acercó y se acostó a su lado, Félix sintió el peso extra y se sentó, retirando sus audífonos

—Me mentiste— soltó Jeongin con reproche mirando al techo

—¿Por qué lo dices?— Félix reprimió una sonrisa

—Dijiste que irías y nunca llegaste— se quejo frunciendo el ceño

—Si llegue— Jeongin se sentó a su lado y lo miro confundido, —Pero Hyunjin me pidió de favor que los dejara solos así que decidí ayudarte y me fui, de nada— explico Félix con notable diversión

—¿Es en serio?—

—Yo nunca miento—

Jeongin sintió enrojecer, mordió su labio inferior y luego se volvió a acostar tapando su rostro soltando un quejido

—¿Que paso? ¿Fue malo contigo?— Jeongin no supo cómo interpretarlo, —Si es así se las vera con Changbin, te lo aseguro—

—¿Que tiene que ver tu novio?—

—pues no creas que ensuciare mis lindas manitas, así que dime qué quieres vengarte y le diré a Binnie— Jeongin descubrió su rostro, tenía formado un puchero

—Hice algo malo Félix, no se que pensar al respecto—

—Explicate, me estás asustando—

—Puede que tú idea de dejarme solo con Hyunjin haya salido un poco...fuera de lo habitual—

—No me digas que tuvieron sexo— dijo intrigado, Jeongin enrojeció más

—No tanto así, algo...parecido—

—¿Se la chupaste?—

—¡No!— amplio la mirada, —Yo... Él... Me beso y puede que le haya masturbado— Jeongin quería meter su rostro en agua fría, estaba hirviendo de la vergüenza

—Ah— soltó Félix con desilución

—¿Ah? ¿Te parece poco eso?— se volvió a quejar

—Si, pero bueno igual me sorprende— dijo acostándose, ambos se giraron para mirarse de frente, —Entonces si le gustas también—

—¿Tu crees?— pregunto Jeongin sintiendo hormiguear su estómago

—Ay pues si, por algo me pidió dejarlos solos, pero— Félix lo pensó un segundo

—¿Pero?—

—Tienes que preguntarle para que le gustas—  Jeongin lo miro confundido, —Mira, se ve que le gustas pero tienes que saber exactamente para que, para una relación, una simple amistad con derechos o solo para un rato—

—Yo no quiero ser para un rato— dijo Jeongin con tristeza

—Lo se bebé, por eso debes de preguntarle—

—Pero ¿Cómo haré eso? Me da vergüenza mirarlo además... Fue en la iglesia, eso está mal—

—Tecnicamente fue en un cuarto fuera de la iglesia así que no está tan mal— consoló su amigo, ambos rieron

—Bueno, supongo que tienes razón—