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Otro domingo, otro sermón.

Jeongin estaba inquieto en su asiento, de vez en cuando mordía su labio. Su biblia se encontraba en la misma página desde que el padre empezó, no estaba prestando atención absolutamente a nada, su miraba volteaba de reojo a cierto rubio que estaba sentado del otro lado de la iglesia.

Tragaba saliva cuando su miraba cruzaba con la de Hyunjin, sus manos sudaban y su ropa le causaba picazón, el no lo notaba pero Hyunjin si podía ver el sonrojo que se le subía a las mejillas.

Jeongin giro al frente y soltó el aire que retenía, se dispuso a prestar atención al padre aún que este ya estaba terminando la primera parte de su sermón para dar inicio con las alabanzas, todos se pusieron de pie y aprovechando, Jeongin giro de nuevo para darse cuenta que Hyunjin ya no estaba en su lugar más que su Hyuna, su madre.

—Mamá— susurro Jeongin a la mujer de a lado

—¿Que pasa cariño?— pregunto su madre

—Necesito ir al baño— Mika le sonrió y asintío

Jeongin salió de la fila pidiendo permiso y se encamino a los baños que se encontraban en la entrada de la iglesia, la música comenzó a tocar y las coristas a cantar.

Entro al baño aparentemente vacío y se recargo en el lavamanos del baño mientras miraba su reflejo en el espejo, bajo la mirada y lavo sus manos, la puerta de un cubículo se abrió, Jeongin había olido ese exquisito perfume desde que entró pero aún así fingió no darse cuenta.

Soltó un jadeo de sorpresa al sentir que un peso extra se recargaba detrás de él, dos manos tomaron el borde del lavamanos para encerrarlo, Jeongin trago duro, cerró la llave y levanto la mirada, encontrandose con los ojos almendrados de Hyunjin, lo miraba fijamente y se dibujo una sonrisa en su rostro cuando Jeongin tembló bajo él. Le encantaba poner nervioso a Jeongin.

—Crei que tardarías más— su voz salió en un susurro ronco y viajo hasta su oído causando que sus vellos se erizarán, Hyunjin lo estaba esperando

—Tengo que...Ah~ cualquier cosa que Jeongin dijera fue interrumpida por Hyunjin que simuló una embestida haciendo que el miembro de Jeongin chocará contra el lavamanos

Hyunjin tomo su mandíbula en un agarre fuerte, girado a Jeongin para que lo mirase directamente y sin más estampó sus labios haciendo que Jeongin abriera sus ojos de sorpresa y soltará un jadeo, sus labios de Hyunjin lo obligaban a abrir su boca pero Jeongin solo quería alejarlo, alguien podía entrar y verlos.

Cómo pudo se soltó del beso, saliendo de la prisión que Hyunjin le puso con su cuerpo

—¿Que estás haciendo? Alguien puede vernos— regaño Jeongin, quiso alejarse pero Hyunjin fue más rápido, tomo su muñeca y lo jalo hasta meterse ambos en un cubículo, Hyunjin cerró y acorraló a Jeongin nuevamente bajo su cuerpo

— ¿Así está mejor?— pregunto volviendo a estampar sus labios con Jeongin, está vez, dejándose llevar, Jeongin correspondió, enredando sus dedos en el cabello rubio, haciendo que el beso se profundizará.

Lo estaba disfrutando, por dios que si, su boca de Hyunjin sabía a menta y sus labios gruesos eran demasiado suaves, gimió cuando Hyunjin mordió su labio inferior y tiro de él, sus manos del rubio tomaron su cintura apretando de manera deliciosa que causó otro gemido a Jeongin, las voces de todos cantando llegaron hasta el baño, minimizando los gemidos que Jeongin comenzó a soltar cuando Hyunjin pegó su erección a la suya frotándose sobre la tela.

Pudo perderse ahí mismo, pero la pequeña voz de Félix vino a su mente "Tienes que preguntarle para que le gustas".

Jeongin soltó su cabello, bajo las manos hasta su pecho y lo empujó para romper aquel beso, Hyunjin se separó, ambos con la respiración agitada, Hyunjin tenía los labios hinchados y brillosos por la saliba de ambos más el cabello despeinado y Jeongin estaba casi igual acompañado de un notable sonrojo

—¿Por qué haces esto?— pregunto Jeongin intentando parecer molesto pero solo era para ocultar lo exitado que se puso

—Porque me gustas y yo a ti— respondió Hyunjin mirándolo fijamente, peinando su cabello hacia atrás

— Yo nunca dije que me gustaras—

—tampoco lo has negado— respondió divertido Hyunjin, Jeongin no supo que más decir, abrió la puerta del cubículo y salió dejando ahí a Hyunjin, se miro rápido al espejo, peino su cabello y salió del baño, tomando su asiento mientras comenzaba a cantar igual que el resto

Volvió a girar su mirada, Hyunjin también había regresado e imitó la acción de todos, cantar y aplaudir mientras dirigió su mirada a Jeongin regalandole un fugaz guiño.

Tu cuerpo mi religión || HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora