Octavo capitulo.

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La forma en la que Takemichi y Shuji se conocieron fue algo ¿normal?.

Para ellos fue normal, un celo en la calle, un alfa que lo protegió de otros alfas sarnosos, lo llevo a su hogar y cuido durante su celo; See, re normal.

Mentira, eso no es normal, la culpa es de Manjiro. --Por; Kazutora.

Comencemos desde el principio.






Hanagaki Takemichi caminaba con miedo en las calles oscuras.

Tenia miedo, su celo había llegado y Manjiro se había 'comido' sus supresores, por que si, los supresores de Takemichi sabían dulces para no provocar le asco al momento de ser tomados.

Y Manjiro como buen adicto a los dulces se los trago, pendejo, con razón tu madre te abandono.

A no verdad?.

Bueno, volviendo con el joven chico de diecisiete años, este se encontraba caminando entre temblores.

Debió escuchar a Kisaki cuando le dijo que tuviera cuidado, que se comprara unos supresores puesto que su celo es irregular; Pero ya que, de estúpido que no se los compro el día anterior, ni modo, toco cuidarse de alfas desconocidos que posiblemente lo violarían, marcarían como suyo, lo preñarían y abandonarían.

La otra es que lo violen como ellos quieran para después matarlo y que su padre llore por toda la eternidad al quedarse solo; Na, mejor les pega en las pelotas antes de ser tocado, ese tesoro le corresponde al alfa que se gane su amor (o beta, quien sabe), no diría nombres, Manjiro era un idiota y aunque lo amara no le dejaría que le metiera el pito aun.

Estaba sumergido en sus pensamientos cuando sintió que alguien le toco el hombro, era una mano grande y gorda... Además de apestosa.

Un alfa viejo, por una mierda!, era un alfa con su polla bien levantada en sus pantalones, no era guapo!, era horrible, posiblemente un alcohólico desempleado, no!, ¡corre Take por que este no es bueno!.

Y justo cuando iba a comenzar a correr como alma que lleva el diablo choco contra algo grasoso.

Otro puto alfa!, igual de asqueroso que el otro!, no podía ser verdad!.

Intento escapar nuevamente por otro lado, chocando nuevamente con otro alfa, chillo asustado, eran tres horribles alfas.

Nuevamente intento escapar, fallando con la llegada de otro.

¡¡Por una mierda!!.

Cayo al suelo asustado, su uniforme se mancho con el lodo que se había echo por la lluvia de horas atrás.

- AYUDA! -fue lo único que se le ocurrió gritar, estaba asustado, tenia miedo-

Sintió mas terror cuando esos alfas bajaron la cremallera de sus pantalones, mostrando sus asquerosos penes; Se arrastro hasta otro lado, pero fue en vano, uno de los alfas tomo su hermoso cabello y lo obligo tragar aquella asquerosidad.

- Buena perra! -gemio fuerte el Alfa, haciendo que el menor bajara y subiera su cabeza sobre aquel asqueroso trozo de carne-

Los demás alfas tomaron las manos del menor y le obligaron a masturbar los, todos gozando de las feromonas que soltaba ese lindo Omega, pensando que esas lagrimas era de placer.

Otro alfa se acerco, este mirando con asquerosidad la escena, pero entendiendo muy bien el olor.

El Omega estaba en celo, pero no gustaba de lo que esos alfas le estaban haciendo, se notaba bien en la falta de cooperación.

❝𝑺𝒊𝒏 𝑪𝒐𝒏𝒕𝒓𝒐𝒍❞ 『ʰᵃⁿᵐᵗᵃᵏᵉ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora