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Salieron de Sunagakure para volver a Konoha poco después de despedirse de Gaara. La arena era lo que abarcaba todo su campo de visión. Una vista bastante espectacular, aunque claro, bastante solitaria. Solo kilómetros de arena blanquecina se extendían a su alrededor pareciendo un mar sin fin.

Pasaron varias horas en las que cruzaron el desierto para llegar a su propio país. «El país del Fuego»

Los grandes bosques empezaron a aparecer en le horizonte. Arboles tan altos como edificios cubiertos por una vegetación verde y frondosa. El follaje era impresionante. Tanta fauna y flora abarca todo el país del Fuego, desde un bosque caducifolio (donde hay vegetación que no se mantiene todo el año), hasta grandiosos animales como osos, alces, zorros y muchos más.

El clima es templado, pues normalmente no supera los diez grados Celsius. Las ramas de los árboles se alojan después de los doce metros del suelo en promedio. Son bastante rígidas y pueden sostener el peso de una persona sin problema alguno. Es por ello por lo que los ninjas cruzan los bosques a través de ellas, dejando el más mínimo ruido a su paso.

El equipo de Konoha llego a un pequeño claro en donde se detuvieron a tomar aliento, aunque Lee y Gai siguieron su camino con su Neji y Kakashi atados a sus espaldas. Naruto, Sakura y Tenten, estas ultimas estaban agotadas de estar corriendo tras sus compañeros de equipo. Naruto aun podía seguir, pero le dio un poco de hambre por lo que acompaño a sus compañeras.

—Oye Naruto, te tengo una pregunta —dijo Sakura mientras se sentaba frente a Naruto.

—¿Cuál es Sakura? —dijo con la curiosidad gorgoteando de su voz.

—¿¡Como es que tu y Gaara empezaron a salir!? —dijo con una sonrisa Sakura.

Tenten se empezó a ahogar con el agua que estaba tomando al escuchar la pregunta de Sakura. El rostro de Naruto se empezó a colorar de un tono rojizo en la mejillas mientras sus ojos se abrían con incredulidad.

—¿De donde sacas esas cosas Sakura? —dijo de manera abochornada Naruto.

—Digamos que me dijo un pajarito.

—¡Eso no me dice nada! —refunfuñó Naruto

—¡Solo responde mi pregunta! —dijo Sakura mientras prestaba toda su atención a su compañero de equipo.

Un gran silencio se instalo poco después de eso, dejando en más suspenso el ambiente.

—No estamos saliendo, simplemente fuimos a comer algo en lo que ustedes estaban con Kakashi sensei —dijo finalmente Naruto.

—Vaya, yo pensaba que lo que decía Sakura era cierto —dijo Tenten mientras tomaba otro trago de agua.

—Solo fuimos a comer como amigos —dijo Naruto rotundamente.

—Bueno, es que varios rumores salieron a flote —dijo pensativa Sakura— como que la Kazekage ya tenia pareja o que inclusive la hoja estaba proponiendo un matrimonio con un ninja rubio.

—Vaya, la gente si que no tiene nada mas que hacer que crear chismes —dijo Tenten algo divertida con la situación.

—Me había dicho Gaara que normalmente era así, siempre el pueblo buscaba algo con que entretenerse y que la forma mas sencilla era con la vida privada de los ninjas o en su caso, de su líder —dijo Naruto.

—Pues bueno, esperemos que esos rumores no les afecten a los hermanos de la Arena —dijo Sakura mientras se ponía de pie.

Naruto y Tenten siguieron su ejemplo e igualmente se empezaron a poner de pie. Salieron corriendo para poder alcanzar a Lee y Gai, los cuales ya debieron estar a mitad de camino rumbo a Konoha. Supuestamente eran tres días desde Sunagakure hasta Konogakure a un paso por así decirlo, normal, pero con la velocidad de su paso, llegarían en un día o dos.

Cada vez el sol se ocultaba mas bañando el cielo de colores cálidos de un tono naranja y morado. Las pocas nubes igualmente se tiñeron junto al cielo dando un paisaje hermoso bajo las copas de los árboles.

Los tres sabían que deberían viajar con mayor cuidado durante la noche. Siempre se escondían ninjas, cazadores o inclusive podría atacar Akatsuki.

Naruto se mantenía al frente de la formación, con Sakura y Tenten a tan solo un metro detrás de él. Sus miradas estaban fijas en el frente intentando reconocer a alguno de sus compañeros, pero fue en vano.

—Deberíamos acelerar el paso, sino nos dejaran muy atrás —dijo Naruto mientras volteaba a ver a las chicas.

—Maldito Lee y Gai sensei, nunca pueden dejar de ser tan competitivos —refunfuñó Tenten mientras hacía pucheros.

—Cálmate Tenten, cuando lleguemos les daremos una lección —dijo Sakura.

«Me compadezco de cejotas y cejotas sensei», pensó Naruto mientras un escalofrío recorría su espalda.

Siguieron su paso hasta que la noche había caído sobre ellos. Debido a la falta de contaminación lumínica, las estrellas eran perfectamente visibles dando un espectáculo hermoso. El frio se empezaba a notar cuanto mas pasaba el tiempo, aunque poco les importó,

Sakura se acercó un poco mas a Naruto mientras Tenten se adelantaba un poco.

—Oye Naruto, ¿y no te gusta Gaara? —preguntó repentinamente Sakura.

—¿Eh? —dijo incrédulo Naruto mientras su boca se abría de sorpresa.

—Ya sabes, ¿no sientes ningún tipo de atracción hacia ella?

—Que cosas dices Sakura. Como te dije, solo somos amigos —dijo vacilante Naruto.

—Vamos, soy tu amiga —siguió molestando Sakura— al menos debe haber algo que te llame la atención de ella.

—No creo, aunque me gusta le color de su cabello —dijo sin pensar Naruto— es bonito, y ahora que lo dejo crecer se le ve bien.

Una gran sonrisa se dibujo en el rostro de Sakura. Su mente ya estaba divagando en el futuro de Naruto, y así, poder encontrarle alguien a Naruto que si se lo mereciera.

Desde pequeña, Naruto siempre dijo que le gustaba ella, a pesar de lo mal que lo trató en la academia. Cuando los unieron en un equipo él seguía tras ella, aunque lo rechazara, el seguiría insistiendo. Durante su etapa de gennin no supo cuantas citas había rechazado de Naruto.

Empezó a sentir lastima por Naruto cuando su amistad fue creciendo y fortaleciéndose. Naruto era una de las personas que tendían a ocultar mucho bajo una sonrisa, algo que a Sakura le había costado mucho descubrir. Siempre intentaba dar la imagen de un chico alegre y despreocupado, cuando en realidad era todo lo contrario.

Sus preocupaciones siempre iban hacia su inquilino, al ser sellado en él desde bebé, el Kyubi. Cuando Naruto se enteró de su carga, se había sentido tan ofendido, pensó que había sido maldecido desde el comienzo. Es su mayor inseguridad hasta el momento, todos sus miedos iban de la mano junto al Kyubi y Sakura lo sabía.

Debía admitir que cuando se enteró de lo sellado en su compañero de equipo sintió miedo. Fue un rasgo normal, saber que dentro de tu amigo estaba la bestia que casi destruye tu aldea hace un poco mas de quince años no se tomaba con calma. Por supuesto ella entendió que Naruto era él mismo y no el Kyubi como muchas personas solían pensar.

Comprendió que Naruto buscaba aferrarse a cualquier muestra de atención, algo que a pesar de no ser la atención «buena», ella le daba un poco. Él no buscaba una relación reciproca, solo a alguien que le pusiera algo de atención, así no fuera la misma que él daba.

—Naruto, no se como realmente te sientas, pero recuerda algo —hizo una pausa Sakura— busca tu propia felicidad y no solo la de los demás.

Naruto no respondió y mejor siguió a su paso. Había escuchado la oración de Sakura, pero ¿qué era la felicidad para él?

«No creo que me guste Gaara, ella es una amiga y algún día espero estar a su lado como Kage de Konoha», fueron los pensamientos de Naruto durante todo el resto del viaje.

El Sol de la Arena | Naruto fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora