Coraje

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Fue un chispazo para el corazón de Naruto cuando Gaara apretó el agarre en su mano. Los dos solo estaban columpiándose mientras veía con fascinación las estrellas del cosmos. No eran astrónomos, pero ver las estrellas provocaba ese sentimiento de calma. No había nubes que interfirieran en su vista, solo el vacío de la noche. Se fue relajando mientras aún sostenía la mano de Gaara, y una boba sonrisa se dibujó en su rostro cuando más pasaba el tiempo.

Gaara se sentía cálida en el pecho mientras seguía agarrada a la mano de Naruto, y no quería soltarla por un buen rato. Al igual que sentía Naruto, para ella era relajante estar así, aunque el frío ya era intenso a esta hora. Estaban cerca de llegar a las temperaturas bajo cero, pero su arena la cubría del frio o calor, por lo que nunca se había preocupado por ello, pero cuando volteó a ver a Naruto, notó que este ya empezaba a tiritar un poco. Alzó una ceja mientras lo veía detenidamente.

—¿Tienes frío? —preguntó-

—Solo... un poco —dijo Naruto aunque su cuerpo decía lo contrario.

—No te muevas —Gaara empezó a fluir su arena en Naruto lentamente, provocando sorpresa en este.

—¿Qué haces?

—Mi arena me ayuda a mantenerme a la misma temperatura siempre, por eso nunca tengo frío o calor, así que te pasó algo para que puedas mantenerte a la misma temperatura —vociferó Gaara mientras seguía pasando su arena.

Naruto pronto sintió calor y suspiro de alivio. Era bastante cálida la arena, aunque suponía que era el chacra impregnado en ella para que mantuviera esa temperatura. Volvió su mirada a Gaara y le sonrió dando a entender que ahora estaba bien. Ella le devolvió la sonrisa, aunque más leve, y nuevamente los dos se sumergieron en la plática.

—¿No ha sucedido algo de interés? —preguntó Naruto.

—¿Cómo qué?

—No lo sé, algo de lo que te estén obligando a hacer —la miró directamente a los ojos—, si eso está sucediendo, yo mismo golpearé a aquel que se atreva a obligarte, no me importa si es uno de esos concejales monótonos.

—No tienes que preocuparte por eso. Con respecto a los concejales, he podido mantenerlos a raya, por lo que ya no interfieren en esos asuntos, aunque no dudo que pronto empiecen a joder de nuevo —refunfuñó Gaara.

—Eso es bueno, al menos las cosas se podrán mantener tranquilas por algún tiempo —dijo Naruto, aunque en realidad estaba ya pensando en su siguiente plan de acción.

—¿Qué estás planeando ahora? —cuestionó Gaara.

—¿Eh?

—Siempre que piensas en tus planes locos, pones la mima expresión en tu rostro —musitó Gaara—: los ojos levemente entrecerrados mientras frunces los labios.

—No estoy planeando nada —dijo en un tono falsamente tranquilo Naruto.

—Y no sabes mentir cuando ya te descubrieron —suspiró el aire de sus pulmones—, créeme que todo saldrá bien, ya no debes preocuparte por el concejo, yo sé hacerme cargo de mí misma.

—No pensaba en ello, pues sé perfectamente de que eres capaz de eso y mucho más —sonrió Naruto con confianza.

—Gracias por la confianza —dijo cohibida Gaara.

Los dos dejaron de hablar por un minuto. Fue un silencio completamente cómodo, por lo que había la necesidad de cortar el ambiente que se había formado.

El Sol de la Arena | Naruto fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora