Naruto camino por la tierra agrietada y polvorienta que alguna vez fue su pueblo. Había pasado cerca de un día desde que Pain, el líder de Akatsuki atacara Konoha. Él y su compañera vinieron por él, pero al no encontrar información de su paradero decidieron atacar a todos. La culpa lo carcomía desde allí, no podía de dejar pensar que su aldea fue destruida por su causa.
Él se había ido a entrenar al monte Myoboku, el lugar de las invocaciones de los sapos. El viejo sapo quería entrenarlo en las artes sabias, aunque estas eran bastante complicadas. Existía el gran riesgo de que sino sabias obtener la energía natural de manera correcta, te convertirías en sapo. Con bastante paciencia pudo encontrar la forma de reunir la energía natural sin la necesidad de usar a los sapos que usaba Jiraiya.
Cuando estaba por volver a Konoha, una llamada de invocación proveniente de Konoha lo había llamado. Supo que debía ser grave cuando alguien lo llamara. No tardo en reunir a varios grandes sapos para que fueran con él. En menos de un minuto ya estuvo preparado, por lo que desaparecieron en una bocanada de humo para aparecer en Konoha.
La vista que lo recibió lo aturdió, pues solo había un gran cráter en lo que solía ser su hogar. Con el modo sabio podía identificar las presencias, pero eran mínimas en ese momento. No pudo sentir la presencia de Shizune, una hermana para él. Ni la de su sensei Kakashi. Tantas muertes nuevas a su nombre, ahora no solo fue Jiraiya, sino mas aldeanos y shinobis.
Peleó contra los seis senderos del dolor, aquellos que habían provocado todo esto. Pudo lidiar contra ellos, pero en una distracción atacaron a una de sus amigas y perdió el control. El Kyubi se había apoderado de su cuerpo, provocando más destrucción a su paso.
Dentro de su espacio mental pudo encontrar algo de calma cuando conoció a su padre, Minato Namikaze. El mismo hombre que le había sellado el Kyubi era su padre. Le había dado un golpe y una recriminación por hacerle eso a su propio hijo. Al final pudo entender que no hubo otra opción, pero eso no quito que se sintió fatal que tu padre fuera el culpable de tu soledad.
Al final recupero su voluntad y pudo vencer a Pain. Usando una de las barras pudo localizar al que controlaba los seis senderos, el cual era un hombre bastante enfermo y que resultaba muy aterrador. Este tenia la idea de crear un mundo de paz, pero Naruto lo convenció de que ese no era el camino correcto. Nagato, el nombre del sujeto entendió y como agradecimiento revivió a toda las personas asesinadas durante su invasión.
Intentó regresar a la aldea, pero su falta de chacra le hizo imposible llegar muy lejos. Kakashi lo atrapó antes de que pudiera caer. Sin más, llegó a la aldea donde todos los aldeanos lo recibieron con vítores. Al final había logrado que todos lo reconocieran como lo había anhelado desde su infancia.
Estuvo descansando durante varias horas, pero no quería continuar así, por lo que decido escaparse de su tienda de campaña.
—¡Naruto! ¿¡Que haces fuera de tu futon!? —bramó Sakura cuando vio a Naruto.
—Este...yo solo salí para ver lo que quedó de la aldea —dijo Naruto algo nervioso—. No puedo quedarme acostado cuando la gente necesita ayuda.
—Naruto —suspiró Sakura— debes descansar, en ese estado no puedes ayudar. Es mejor que descanses y cuando sea necesario te llamaremos para que nos ayudes con la reconstrucción.
—¡Pero Sakura!
—Nada de peros, mejor vete a descansar —ordenó Sakura.
Naruto vio la forma en retirada de Sakura después de su leve llamado de atención. Ignoró lo que le ordeno Sakura y siguió con su caminata por la aldea.
Todos estaban ayudando en algo, desde civiles hasta el ninja. Ayudaban repartiendo comida y suplemento médicos. Mantas y ropa para los próximos días. A lo lejos vio a seis ninjas con uniformes algo raros para él.
—La Kazekage nos mandó aquí debido a un mensaje que le fue mandado hace un día —dijo Temari a Shikaku Nara, el que actualmente estaba de líder de la aldea.
—Síganme —dijo Shikaku empezando a caminar mientras los ninjas de Suna lo seguían de cerca.
Naruto se quedó allí viendo que Gaara había mandado dos grupos de ninjas. No supo que hacer en ese momento, podría seguirlos o continuar con lo suyo. Dando un suspiro siguió intentando ayudar a los civiles con sus labores.
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El Sol de la Arena | Naruto fanfic
Fiksi PenggemarTantos años en un sufrimiento interno en el que no podía escapar por su propia cuenta. Un chico rubio simplemente le mostró que el mundo podría demostrarle su existencia sin base al dolor. Eso fue lo que la mantuvo cuerda por tanto tiempo, con simpl...