Había pasado una semana desde el acaecimiento de Tomoyo, prácticamente sin que nadie lo notara, pensando en lo irreal que todo parecía. En ese tiempo, Sakura apenas si había hablado un poco, tomado alimentos o se había levantado de la cama, en una depresión tan aplastante que la obligaba a refugiarse en el mundo de los sueños, como un fútil escape a una realidad tan cruel.
En una favorable coincidencia, Shinomoto no había dado señales de vida. Nada de sismos en el globo, dando un tiempo que aprovecharon las naciones para reorganizarse.
Los Dragones de la Voluntad hicieron otro tanto: Eriol comenzó a caminar al segundo día de su despertar, y al término de esa semana, había recuperado casi por completo sus fuerzas, aunque su magia se había visto perjudicada; por su parte, Xiao-Lang se había encargado de la organización de los sobrevivientes; Subaru sólo obedecía órdenes, carente completamente de voluntad, roto por una culpa que iba más allá de lo soportable.
Kurogane había dejado la mansión junto con algunas cosas y la urna de su esposa; se recluyó en la casa que había comprado junto con ella en el pasado, manteniendo una muy parca comunicación con Li.
El samurái había indicado que no podría estar en el mismo lugar que Subaru, el cobarde que en su indecisión condenó a Tomoyo; y del mismo modo con Sakura, que en su omisión, había dejado expuesta a la misma que ambos deseaban proteger, y más que eso: el tren de malas decisiones y comportamiento errático no había parado, y verla paralizada por la pérdida le provocaba tal exasperación, que lo mejor era no estar cerca o terminaría diciendo o haciendo algo que podría empeorarlo todo, aún cuando eso sonara imposible.
Xiao-Lang sentía con cada vez más urgencia la necesidad de sacar a Sakura de su depresión. No le molestaba hacer de líder, pero sabía que ese rol realmente no le correspondía, y trataría de dejar lo más libre el camino para ella a su vuelta. Pero debía ser rápido, o, literalmente, no habría futuro.
—Es por eso que, viendo los últimos eventos, necesito hacer esto cuanto antes —explicaba a Eriol esa mañana de viernes, sentado en el jardín.
—¿Encontraste algo que te sirva en los documentos de Clow?
—Sí. De hecho, es sorprendentemente detallado, aunque el procedimiento estaba diseñado para un escenario en el cual la identidad falsa de Yue hiciera muchas preguntas o no aceptara su naturaleza. Básicamente consistía en matarlo, expulsándolo de la mente de Yue y creando una identidad falsa nueva en su lugar, lo que dejaría al guardián inhabilitado por días... Sin embargo, por lo que he podido dilucidar, hay una manera de mantener a ambos con vida, aunque no está explícitamente descrito con esas palabras.
—Así era Clow. Dejaba sus registros incompletos, para que quien leyera sus obras se sintiera estimulado a investigar.
—¿Tú recuerdas algo de eso?
—Cuando eche un vistazo a los escritos seguramente algo vendrá a mi memoria.
—De lo que pude asumir, si no queremos que el alma de Tsukishiro sea destruida, necesitaremos que dependa directamente de algo que no sea la fuente misma de Yue, es decir, no puede ser Sakura.
—¿Tienes un candidato?
—Había pensado en mí mismo.
—No sería sensato. —Eriol se cubrió el mentón con la mano, acariciando la barba que no se había afeitado por semanas—. Eres un Dragón, tu batalla aún no llega, no puedes sacrificar tu energía en alguien más de cara a esa confrontación... Créeme, necesitarás de todo tu poder cuando ese encuentro llegue. Te diría que yo podría intentarlo, pero no sería responsable de mi parte, yo no vivo en Japón. Además de que mi poder mágico aún no se recupera, y no sé si volverá a ser el mismo que antes. Estudiaré los manuscritos, y en cuanto termine volveremos a tener esta conversación, espero poder ofrecerte una mejor respuesta entonces.
—De acuerdo. Gracias, Eriol. Sin embargo, he de insistir en que debería cargar yo con ese peso. Después de todo, Yue me lo pidió a mí.
—Bien —cerró el reencarnado, poco convencido—. Dile a Yue que espere lo mejor, preparándose para lo peor. Esta situación nos tiene en jaque a todos, y para solucionarla, tenemos mucha tarea por hacer. Les avisaré cuando pueda sugerirles un plan, y recomendaría que nos reuniéramos fuera de esta casa.
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Epopeya de los Dragones
FanficMás de una década de concluida y olvidada la última odisea, Sakura, quien lejos de los Li formó una vida nueva con su familia, es reclamada por el destino para hacerla partícipe de la contienda última por el futuro de toda la humanidad. Reclamo que...