Captlo. XX

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Cuando bajo y lo miró me siento mal de ver su cabeza reclinada en la puerta, sus manos en los bolsillos y está mordiendo su boca, como si quisiera gritar.

—¿Zayn? Estoy lista—me sonríe cuando me mira y luego abre la puerta para dejarme salir.

—No has tardado tanto.

Abre para mí la puerta de su auto, cuando estamos adentro siento que está más tenso que antes.

—¿Qué es lo que ocurre?—arranca el auto al mismo tiempo en que sus cejas se fruncen al oírme.

—¿Ah? Um no entiendo que quieres decir Cara.

Sus ojos están lejos de querer mirarme.

—Hablo de tú cara, de la forma en la que estás apretando la palanca ¡ tus nudillos están blancos!

—No es nada en lo absoluto.

—Por supuesto que hay algo ¿Qué es está vez?

—No seas Terca por favor ¿Quieres que pase por ti al final de clases?

—Sí mi carro está en taller todavía.

—¿Peter no lo arregló?

—Sí, lo mande a pintar.

—¿Rosa? –tira una pequeña risa que hace que quiera besarlo.

—Negro, no me gusta el rosa para un carro.

—Está bien entonces, el blanco es un color de mierda, se ensucia demasiado.

—Así lo pensé, y entonces ¿Vas a decirme?

—Tengo ganas de darte unas nalgadas, no sigas jodiendo con eso Cara, estoy bien.

Y cuando lo dice me atrevo a recordar la vez en que me azoto el trasero, me había gustado sentir su mano ahí , pero me puse como el tomate cuando lo hizo.

—Cállate, está bien solo no vengas a joderme con tú humor de mierda después.—Eres tán dulce….—aprieta una de mis mejillas con sus dedos y no puedo evitar sonreír.

Aparca el auto, y cuando entramos al patio hay un montón de chicas rondando con vestidos y carteras.

—Hey Zayn, estarás ahí está noche—una rubia con las tetas afueras se avienta sobre Zayn.

Se refiere a la fiesta

—Por supuesto nena ¿Acaso no sabes que soy del equipo?—le  dice obvio y ella le planta un beso en la mejilla –

—Espero verte solo allí—le sonríe mientras corre con las demás muñecas de mierda—

¿Qué mierda fue eso? ¡No puedo estar más molesta! ¡Que descaro! Y él lo permitió, permitió que le coquetee.

—Te veo después—paso empujando su hombro, y me muerdo la lengua para no gritar.

—¡Hey! ¡Ven aquí!

Olvido que está hablándome y camino sin mirar siquiera.

—¿Qué demonios son esos modales cariño?—se pone al frente mío, y está sonriendo, como si disfrutará el verme así.

— Quiero ir a mí clase idiota.

—Uh.. ¿Por qué estás molesta? No te han enseñado que es de mala educación no contestar cuando se te llama.

—No te han enseñado que hay que ser responsable, debo ir a clases, quítate.

—Ni siquiera te despediste de mí.

—¿Qué ridiculez es esa? No es necesario, te veré dentro de un rato.

—No seas patética y dame un beso, Vamos ven aquí—me acerca su mejilla a la cara y me dan ganas de morderlo duro por imbécil.

—Oh Vamos no seas tímida, o llamo a la rubia para que te enseñe como hacerlo?—se ríe un poco y entonces la sangre me hierve y lanzo mi mano hacia su cara , pero él es más ágil y la detiene.

—Gilipollas.

Me baja la mano y se acerca hacia mí , tan cerca como ayer su boca a centímetros , pero entonces besa mí mejilla y luego pasa a la otra.

—No seas tan molesta coure (corazón), es así como se hace, Nos vemos luego.

L. B .FDonde viven las historias. Descúbrelo ahora