L. B .F

Capitulo XI

Está esquivando mí mirada talvez porque sabe que puedo adivinar qué es lo que está pensando en este momento, pareciese como si se estuviera dando golpecitos mentales en la cabeza  por haberme preguntado eso, me está afirmando el hecho de que estaba enojado y algo celoso.

— ¿Qué cosa?—él aprieta la mandíbula y pisa él freno a golpe—

—Me has escuchado perfectamente—no me mira está mirando al frente, cabreado muy cabreado—

— ¿Cómo puedes saberlo? Repite la pregunta, no te eh escuchado—

—Claro que lo has hecho, te estás riendo de mí—y es cuando me doy cuenta de la estúpida sonrisilla que me echado cuando me lo dijo—

—Lo siento—es lo único que puedo decir porque estoy a punto de soltar otra carcajada pero me la trago en cuánto me mira—

— ¿Qué demonios es lo gracioso?—sus cejas están juntas y su mandíbula tensa—

—Tú—

— ¿Tengo la jodida nariz roja y la  harina en mi cara?—revoloteo los ojos—

—No, no eres un payaso eso no es lo que trato de decir—

—De todas formas no has respondido a mi pregunta—se acomoda en el asiento y vuelve a mirar hacia otro lado menos a mí—

— ¿Crees que voy a la fiesta por Niall?—

—Es lo que dijiste tú, no yo—

—Por supuesto, deberías haberte dado cuenta de que esta bromeando sobre eso ¿no lo notaste?—me mira y chasquea –

—Tonterías, y aunque haiga sido así ,no le veo el bromear ah esto—

—Sé que no te agrada—

— ¿Qué tiene que ver eso?—

—Quería molestarte—el ríe fuerte y está vez soy yo la que se pone tensa—

—No estoy molesto por eso  en lo absoluto, dije que no me metería entre vosotros—Jodido idiota sé muy bien que es por eso—

— ¿Entonces que ha sido esta mierda? No veo porque más estés molesto conmigo—

—Es mí Celebración, mi equipo, la fiesta es en honor en nosotros, pensé que le darías más importancia a tu jodido amigo que a la cara de orto de Niall—

—No lo llames así—

—Vale,  al mariposón colorado, suena más elegante—me sonríe hipócritamente. —

—Eres un Idiota, Por lo menos él sabe lo que quiere—

—Por supuesto que sí quiere tú trasero—

—Imbécil— agarro la manija del carro y me bajo dando un portazo—

—Ven aquí—me dice mientras intenta ir tras de mí—

—Lárgate—

—No, voy a llevarte a casa, hay estarás segura por lo menos—

— ¿Contigo? Es imposible—me agarra el brazo y hace que lo mire, está sonriéndome como lo hace cuando intenta ligar y trato de no derretirme pero lo hago—

—Vamos a Casa, sé muy bien que quieres ir allí…. conmigo—leo entre líneas y puedo notar que claramente está hablando en doble sentido y me está coqueteando—

— ¿Qué tratas de hacer?—lo miro y vuelve a sonreírme y posa su mano en mi mejilla y la acaricia, mi cara está roja ahora—

—Trato de llevarte a casa—besa mi nariz—

— ¿Estás coqueteándome?—

—Talvez—posa su palma en la parte baja de mi espalda y me aprieta un poco—

—Esto no cambia las cosas, estoy cabreada contigo—

—Y yo también, pero tendremos tiempo para perdonarnos—besa mi frente—ahora vamos al auto—

— ¿Por qué te has puesto Cariñoso de repente?—

—Porque talvez sepa que de esta forma—besa mi cachete y me sonríe—No puedes resistirte a mí—

—Egocéntrico, estás jugando conmigo—trato de soltarme pero su risa ronca me desconcierta y me encuentro débil—

— ¿Entonces prefieres pelear conmigo? ¿Quieres que estemos como hace un rato? Así es como funcionas?—

—Y se supone que tratándome como lo haces ahora, ¿voy a funcionar?—me guiña un ojo—

—Te conozco, y no voy a dejarte ahora, porque si lo hago irás a por Niall—parpadeo hacia él y me encuentro sorprendida era exactamente lo que iba a hacer—

—¿Estás Celoso de él?—

—No, Pero eres mi mejor amiga, me preocupo por ti y no voy a dejar que te dañe—jodido mentiroso—

—Tonterías, suéltame me iré ahora –

—No—soba mi mejilla y soba mi cuello con sus dedos—Vamos a casa—

—Deja de hacer eso—digo peleando con un gemido atrapado en mi boca—

—¿Qué estoy haciendo?—me sonríe—

—¿En qué lugar tomaste clases de seducción?—

—¿Piensas que estoy seduciéndote?—

—¿Lo estás haciendo?—

—Sí—

—¿Por qué?—

—Porque talvez sepa que soy tú debilidad—se acerca a mí oído y susurra.—Porque talvez sepa que ahora mismo no puedes decirme que no—