L. B .F

LBF Capitulo 24

Analizo la verdad de sus palabras, lo miro y sé qué el realmente está tratando de no saltar sobre mí, Veo cada musculo tensarse cuando mira hacia abajo, sus ojos luchan por mantenerse fijos en los míos. Yo tengo el cuerpo invadido de decepción, él no es capaz de siquiera intentar algo, y sé qué en alguna parte de mi jodida cabeza está la idea de que él solo quiere unas cuántas noches conmigo y tiene miedo de que yo salga lastimada por su falta de amor hacia mí. No tiene nada más para ofrecer que una relación abierta. Pero... De todas maneras, está Perrie. No entiendo porque mierda está con ella todavía.

— ¿Entiendes mí punto cara? Estás consciente de lo que te estoy diciendo primor.

Sus largas pestañas se mueven con rapidez hacia mí.

—Es obvio que no quieres tenerme para nada serio y...

Él lanza un gruñido y alborota su pelo en frustración.

—Mierda Cara. Esto se está volviendo un maldito problema.

Lo miro de forma desagradable y trato de no golpearlo. Él es el maldito problema.

—Olvídalo. Se acabó, yo no quiero nada contigo, quiero irme de aquí. No vine aquí para pelear toda la noche contigo. Es una tontería.

Me mira como si le hubiera contado el chiste de su vida. Lanza una carcajada que me hace temblar el pecho de lo bien que suena su risa. Pero lo miro como si quisiera abofetearlo.

— ¡De qué te estás riendo!

—Dices que no quieres nada conmigo ¿no es así?—trago duro y asiento—Mentirosa... ¡Mentirosa!—sus cejas se fruncen y me sostiene cerca— Te eh visto mirarme, eh visto como de nerviosa te pones cuando estoy cerca. No te incomoda verme en bóxer. Te molesta no poderme tocar. ¿No es verdad?

Bajo la mirada y ciento como sus palabras parecen una pequeña humillación.

—Suéltame.

Pega su frente a la mía.

—Desearía tener la suficiente sabiduría para decir las palabras justas, en los momentos justos. Pero no sé qué decir cuando se trata de ti, no sé qué diablos pasa conmigo, Y no sé cómo actuar sin lastimarte, Siento deseo, mucho. Pero no es suficiente como para exponerte al dolor, a una decepción tan grande que te haga salir corriendo.

— ¿Estás diciendo que podría acabar mal?

El roza su nariz con la mía y siento llamas invadir mi estómago.

—Estoy diciendo que cualquier cosa qué podría pasar no vale lo suficiente como para correr el riesgo de tenerte lejos. Tú amistad la tendría por siempre.

—Cómo estás tan seguro de que no va a funcionar. Cualquier cosa que tengas en mente sobre de lo que querrías conmigo?

—El deseo puede encenderse tanto que va a terminar quemando y estaremos agonizando. El dolor siempre va estar ahí de todas maneras. Yo no quiero eso para ti.

Me separo centímetros del calor intimo que se había creado.

—Quiero ir abajo.

Él besa mí frente y luego soba mi mejilla con ternura, sus ojos están cansados.

—Está bien cara ¿Quieres ir a casa?

Niego y peino mi pelo hacia atrás con mis dedos.

—Niall está esperándome abajo, le prometí estar con él toda la noche. Él se encargará de llevarme a casa.

—Folla Culos de mierda. Yo te llevaré a casa, él no tiene por qué hacerte favores.

— ¡No es ningún favor! Él está encantado de hacerlo, y yo estoy bien con eso.

—Ridiculeces, él solo quiere llevarte a la cama.

— ¿Acaso tú no quieres lo mismo?

Él gruñe duro y me advierte levantando su dedo.

—No confundas las cosas. Es diferente.

— ¿Qué hay de diferencia?

—Vámonos a casa y terminemos está jodida mierda ya.

— ¡No! Sí quieres irte, puedes hacerlo, yo me quedaré aquí.

Me alejo de él y camino de regreso hacia las escaleras. Cuando me adentro de nuevo en la fiesta veo la a Niall de un lado a otro desesperado buscando entre la gente.

Me acomodo el vestido y camino en su dirección. Le toco el hombro.

—Oh mierda. ¿Dónde estabas metida pequeña mujer? Pensé que te habías ido.

Me habla fuerte por encima de la música, le sonrío y agarro su mano para salir afuera y hablarle con claridad.

—Lo siento Niall. Estaba arriba buscando un baño. ¿Me eh perdido de mucho?

Él mira nuestras manos enlazadas y sonríe abiertamente.

—Ha valido la pena. No hay mucho allá dentro. ¿Quieres ir a la playa? Ahí una fogata.

Miro atrás y veo a Zayn bajar las escaleras, segundos después Mónica lo abraza abiertamente y sin pudor sus manos lo aprietan con dureza.

—Um, sí no hay nada que valga la pena allí—disimulo una sonrisa mientras siento mi corazón encogerse.

Niall me da un apretón de mano y me jala hacia la playa, cuando llegamos a sentir la arena bajo los pies, las botas son malditamente difíciles de manejar y mantener el equilibrio se vuelve un problema. Niall se da cuenta porque tiene que agarrarme cuando mi cuerpo se balancea.

— ¿Tienes problemas con eso?—Asiento—Puedo cargarte, ven aquí.

—No es necesario, no quiero incomodarte.

El me mira como si realmente estuviera bromeando.

—No seas tontita, es un honor para mí. –me agarra de la cintura y con su otra mano me levanta de piernas, y sí estoy literalmente siendo cargada por él.

—Qué caballero.

—Me dicen Don Quijote—se alaga mientras me guiña un ojo, yo rio como loca sin poder contenerme—

—Y talvez yo sea Sancho Panza. —rio haciéndolo reír a él.

—No creo que sancho panza haiga tenido unas piernas tan lindas como las tuyas.

Y entonces decido que vale pasarme toda la noche con él, le sonrío y apoyo mi cabeza en su hombro con mis manos colgadas de su cuello, mientras veo como él se encamina hacia la cercana fogata