RED THREAD

Capítulo 4

11:30am
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--Estás hecha un asco.

Alcé la mirada hacia Alex, sentada frente a mí, e intenté asesinarla.
Pero no pude.

--Deja de comerte las uñas. --dijo. --¿Es que no has traído desayuno?

--¿Me has visto comer? --pregunté irónicamente y ella negó. --Mis padres me han castigado y no me han dado dinero esta mañana, no he comido nada.

--Qué brutos son. --dijo. --Ten, yo no tengo hambre.

Arrastró su bandeja hacia delante y el olor del sándwich hizo rugir mi estómago.

--Tranquila, estoy bien. --volví a arrastrar la bandeja hacia ella pero la detuvo.

--Come, escucho tu barriga desde aquí. --dijo mirándome con amenaza. --Ya me he comido la mitad, no tengo hambre.

--Gracias... --acepté la bandeja y me llevé el pan a la boca.

--Me gusta ayudar a los vagabundos.

--Que te den. --le dije con la boca llena.

Ayer, mientras Alex y yo nos dirigíamos a comisaría para hacer la denuncia sobre mi cartera perdida, mi madre me llamó diciendo que alguien se había gastado 30 dólares con la targeta.
La tienda se llamaba "Game Center".

Algún friki debió robarme la cartera en la fiesta y ahora intentaba gastar todo mi dinero en videojuegos.
Por eso me han castigado con no darme ni un centavo durante una semana, por irresponsable.

Los irresponsables son ellos, ¿quién le da una targeta própia a una adolescente de 16 años?
Igualmente dimos de baja a la targeta, por lo que ese friki ya no podrá gastarse mi dinero.

--Chris, ¿podemos hablar? --dijo alguien detrás de mí.

Miré a Alex, ella abrió sus ojos y negó con la cabeza.
Me giré un poco en la silla y encaré a Christian.

--No, estoy comiendo. --le dije.

--Por favor. --insistió.

Miré a Alex de nuevo, tragué el bocado que tenía en la boca y respiré hondo.

--Chris, me lo dejaste muy claro en la fiesta. --volví a encararlo. --Me mandaste a la mierda, me dijiste que no te buscara y ayer estabas tonteando en mi cara con Josephine. ¿Es que eres tonto o algo así?

--Eso, eso. --escuché a mi amiga.

Suspiró y se tocó el pelo de manera nerviosa.

--Fuí un estúpido, estaba enfadado e intentaba ponerte celosa para que me hablaras. --se defendió. --Pero quiero cambiar, quiero cambiar por tí y... Por favor, ven a hablar conmigo.

Me miraba con expresión triste y los ojos llorosos.
Él sabe lo débil que soy cuando se pone así.

--Está bien. --dije levantándome de la silla. --Ahora vuelvo. --le dije a Alex.

--Estás muerta para mí, Collins. --respondió cruzándose de brazos.

Dramática.

Tomé mi mochila y me fuí de la cafetería junto a Christian.
Salimos al exterior y lo seguí hasta llegar a las gradas, donde bajamos unas escaleras que daban al interior de estas.