El Flanagan's estaba a punto de cerrar pero aún no había salido nadie, por lo que la pista seguía llena. El final de la noche significa quedarse bailando hasta morir porque el DJ ponía las mejores canciones a esas horas.
Los camareros dejaron de servir y me encontré con la morena tatuada en la pista.
--Hola, Chris. --me dijo acercándose para que la escuchara.
Le sonreí y le levanté la copa casi vacía como saludo. A estas horas de la noche y después de muchas copas, ya no era yo. Ahora era Christine Collins ébria y fuera de sí.
--Yo no sé tu nombre, no puedo saludarte. --contesté.
--Nat, de Natalia. --sonrió.
--Bueno, Nat de Natalia, ¿bailas?
¿Qué ha sido eso, Chris?
La chica se acercó con una sonrisa y una de sus manos fué a parar a mi cintura. No sabía lo que estaba haciendo, me sentía mareada por la borrachera y me daba igual todo. Ya me arrepentiría mañana.
Mientras bailábamos cada vez se iba acercando más y mis manos se colocaron en sus brazos. Bajé la mirada y acaricié su piel suave y tatuada.
Me pareció sexy.
--¿Chris?
Alcé la mirada y dejé de bailar cuando vi a Christian a nuestro lado.
--¡Chris! --exclamé soltando a Natalia y dándole un corto abrazo. --¿Qué haces... ¿Desde cuando estás aquí?
--¿Y tú? Yo llevo toda la noche. --contestó mirando brevemente detrás de mí, probablemente a Natalia.
Una mano se colocó en mi hombro desde atrás y me hablaron al oído.
--Me tengo que ir, nos vemos, Chris. --fué Natalia.
Me giré para sonreirle brevemente y volví a Christian.
--Pues no te he visto, y a tus amigos tampoco. --le dije.
--Estábamos en la VIP. --contestó. --Ven un momento.
No me apetecía salir de la pista porque estaba pasándomelo bien, pero él tomó mi mano y tiró de mí con fuerza. Salimos de la pista. Caminé detrás de él hacia la terraza y me senté en un sofá. Él se sentó a mi lado.
Me dió por repasar a la gente que había ahí fuera porque hacía rato que había perdido de vista a Alex, y en vez de verla a ella vi a Billie. Hablaba animadamente con un chico de piel oscura y americana gris que no soltaba su cintura.
El tal Jaden.
El chico parecía querer acercarse a ella demasiado mientras que Billie, aunque se la veía cómoda, mantenía las distancias. ¿Por qué el alcohol me hace ver sexys a las chicas? Primero Natalia, ahora Billie...
--¿Quieres prestarme atención por una vez?
El tono enfadado de Christian me trajo de vuelta.
--Lo siento, ¿qué decías?
--Que mires tus mensajes. --contestó.
Saqué el teléfono y tenía mensajes de Zoe, Alex y de él. Quise abrir el chat de Alex para dejar de preocuparme pero Christian me arrebató el teléfono y abrió su chat. Volvió a dármelo.
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