Capítulo 13

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11:35am
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A parte de Billie, todos estaban cabreados conmigo. Lo notaba.

Me pasé todo el fin de semana, el lunes y hoy pensando en que le jodí la noche a Billie.
Por una noche que la convencen para salir, para pasárselo bien y para disfrutar... Voy yo y lo jodo todo.

Mi comportamiento siempre lo jode todo.

No la vi ayer en casa, y esperaba que estuviera hoy para pedirle disculpas. Así que ahora estaba deseando que la jornada escolar terminara para verla y hablar con ella.

No se merece todo lo que le dije.

También estaba dolida por otro lado.
Christian estaba empezando a demostrarme que había "cambiado" e incluso llegué al punto de tener ganas de verlo cada mañana en el instituto.
Y me falló, otra vez.
Volvió a demostrarme que sigue siendo impulsivo, tóxico y celoso.
¡Incluso llegó a pegar a Billie!

Y lo peor es que una especie de atracción inevitable me une a él, o me unía. Por eso me duele. Aunque la gente se crea que Christian me importa bien poco, están equivocados.
Sí me importa, sí me importan sus problemas.
Sí me importa cuando su padre le pega.

Pero nadie va a saber eso jamás.
Tengo orgullo.

--Te va a perdonar, no hace falta que pongas cara de muerta todo el día. --escuché decir a Alex.

Levanté la mirada de la taza de café y vi que me estaba mirando.
Estaba hablándome a mí.

--Billie es muy orgullosa, pero le importas, Chris. --añadió Dylan.

Suspiré, haciendo que el mechón que cubría mi rostro se moviera.

--Le hice daño, no creo que me perdone tan fácilmente.

--Oye... --Dylan apoyó su mano en mi hombro. --Se plantó delante de ese tío de dos metros para defenderte, y que yo sepa ella es de evitar esa clase de problemas.

--No entiendo por qué lo hizo. --le dije levantando la cabeza y colocándome bien el pelo.

--Eso deberías preguntárselo a ella. --contestó el rubio con una sonrisa.

--Espero poder hacerlo.

Dylan y Alex se miraron entre sí con una sonrisa de complicidad.

***

Cuando el día terminó, me mantuve detrás de Dylan y Alex en el camino hacia su coche.

--¿Dónde vas? --Alex se giró con la mano en el pomo de la puerta del coche.

--¿A casa?

La vi rodar los ojos y con dos zancadas, me tomó por el brazo y me llevó al coche.

--Sube, idiota. --me dijo.

Obedecí.
Cuando estoy triste no le llevo la contraria a nadie. Incluso podían secuestrarme, no me quejaría en absoluto.

--No va a subirse. --dije desde el asiento trasero cuando nos acercábamos al Skyline.

--Ya te digo yo que sí. --contestó Dylan.

Las rubias estaban paradas frente la acera esperando la llegada de Dylan. Hablaban de algo cuando estacionamos frente a ellas.

--Oh, no, no voy a subir. --dijo Billie retrocediendo cuando me vió en el interior.

Zoe le dió un manotazo en la nuca y Billie se quejó.

--Sube. --Zoe señaló el coche. --Ahora.

Los ojos de Billie se encontraron con los mios a traves del cristal.

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