RED THREAD

Capítulo 22

Click a la estrellitaaa 🌟🌟

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3:05pm
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Esta mañana desperté en mi cama abrazada a Billie como si fuera un koala abrazado a un árbol. No sé si durmió cómoda, pero yo no la escuché quejarse.

Cuando mi alarma sonó ella también se despertó, pero después de besar su mejilla y acariciar su pelo durante unos segundos volvió a dormirse.

Ella no fué a clase.
Por la noche, con mi madre hablaron de que sería mejor que se quedara en casa durante unos días para que sus heridas sanaran un poco y no levantar rumores.
Obviamente no se libró de la tarea, mi madre se encargaría de hacérsela llegar.

En cuanto me subí al coche con el grupo, de vuelta a casa les conté lo sucedido y me dijeron que por la tarde vendrían a verla.

Una de las cosas que más me gusta de nosotros es que si algo le pasa a alguno, todos estamos ahí. Estoy segura de que si alguno se hubiera enterado de lo de anoche hubieran hecho lo mismo.
Nos queremos demasiado.

Me pasé esas séis horas de clase pensando en llegar a casa porque sabía que ella estaría ahí y comeríamos juntas, hablaríamos un rato, haríamos la tarea...
El hecho de que estuviera en casa me dejaba impaciente. No podía aguantar otro semáforo en rojo.

Resoplé en mi asiento. Otra vez.

--¿Y a tí que te pasa que soplas tanto? --preguntó Alex a mi lado.

Lo raro es que no estuviera de copiloto.

--Estoy estresada, quiero llegar a casa y estirarme. --mentí.

--Y tienes ganas de molestar a Billie. --añadió Dylan.

Lo iba a matar.

--También. --dije mirando por la ventana.

--Me has robado a mi mejor amiga. --bromeó Zoe girándose en su asiento.

Me incliné para que me viera cuando le saqué la lengua.

--Bueno, amigas amigas...

--¡Dylan! --lo regañé.

Las dos chicas me miraron y lo único que pude hacer fué reir de manera nerviosa.

--¿Qué quieres decir, Dylan? --intentó sacar información la rubia.

--Pues no sé, si fuérais más atentas os daríais cuenta de que...

--¡Hermanas! --exclamé, interrumpiéndolo. --De que somos como... hermanas.

Dios, cómo me costó decir eso.

Zoe pareció conformarse con eso pero Alex me miró con los ojos entrecerrados, probablemente porque no fuí capaz de ocultar mi sonrojo.
Gracias a Dios que llegamos a su casa y tuvo que bajarse del coche.

Uf.

Cuando me tocó a mí bajarme salí con una sonrisa en los labios, abrí la puerta, lancé la mochila, deshice mi coleta alta y me quité las deportivas junto con un suspiro.

--Pareces una señora acabada de llegar del trabajo.

Billie salía de la cocina sosteniendo dos platos.
Los dejó en la mesa y esperó de pié a que llegara a su lado.

--Hola. --le sonreí antes de abrazarla. --¿Cómo estás?

--Bien. --se separó un poco para verme. --Más tranquila.

Observé su sonrisa y cuando me incliné para darle un beso mi madre salía de la cocina, así que acabé posando mis labios en su mejilla con rapidez y me senté en la silla.