Notaba la resaca aún dos días después. Eso nos pasa por no dormir durante un día y medio, luego dormir séis horas y después ir a clase.
Pero el cumpleaños de Billie fué inolvidable.
Entró a los diecisiete por todo lo alto con una fiesta como se la merece. Hablamos con Finneas, él nos dió su palabra de que esa noche no saldría de casa y nos fuimos todos al Flanagan's. Cuando fuimos la primera vez nos gustó, y decidimos que se volvería nuestra discoteca de confianza.
Pasamos una noche en grande, muy ébrios y muy cansados por haberlo dado todo en la pista, y acabamos yendo a casa de los Donahoe. No dormimos en toda la madrugada ni por la mañana, y cuando la madre de los hermanos nos ofreció un plato de comida porque, según ella parecíamos zombies, nos dió el bajón.
Esos macarrones bajaron el efecto del alcohol en picado. Y con el sueño, nos fuimos cada uno a su casa. Menos Alex, ella se pegó a mi culo y me insistió con ver Harry Potter. ¿Y quién se duerme viendo Harry Potter? Yo no, aunque me moría de la resaca.
--Quítate las gafas de Sol, estamos en pleno diciembre y está lloviendo. --le dijo Dylan a Alex con las manos tapando su rostro. --Pareces una rarita.
--No se cómo he soportado esas tres horas. --dije con la voz ronca.
--Porque tu padre te ha estado mirando a los ojos durante dos. --contestó Alex. --¿Quién fué el enfermo que decidió ponernos matemáticas las dos primeras horas de un puto lunes?
--El espíritu de Hitler, seguro. --aportó Dylan.
Me reí por la broma y miré por detrás de su hombro. Christian estaba a lo lejos hablando con uno de sus amigos. Nick, creo. Los vi despidiéndose y Chris caminó en mi dirección.
Cuando pasó por nuestro lado me regaló una mirada cargada de odio.
--Imbécil... --susurré.
Dylan y Alex levantaron la cabeza, atentos. Malditos chismosos.
--A parte de estar los tres asesinando con la mirada a ese chaval, ¿podemos hablar del baile?
Ahora toda la atención se la llevó Alex.
--Es el mismo día que el del Skyline, olvídate de que las rubitas vengan. --contestó Dylan.
--Qué putada. --aporté.
--Podemos hacer algo después todos juntos, acabará sobre las tres. --habló Alex.
--La cuestión es que la costumbre sigue aún en 2021. --dije después de darle un sorbo al café. --Tenemos que ir en pareja.
--Anda ya, Collins, podemos ir en trío. --dijo Dylan. --Tú lo has dicho, estamos en 2021.
--¿Con vosotros dos? --los miré con asco fingido.
--Somos tus candidatos más guapos. --contestó mi amiga colocándose bien el cuello de su camiseta. --No te hagas la dura.
Estuvimos un rato más hablando del Baile de Navidad hasta que nos tocó volver a clase. En el camino por el pasillo chateé un poco con Billie. Es insufrible.
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