Capítulo 34

1.2K 132 76
                                    

Disfruten de este pedazo de capítulo porque es el más emotivo hasta ahora.

Antes, recomiendo que tengan sus pañuelos cerca <3

______
6:50pm
______

Sí que tenía varias cosas planeadas.

Dormimos hasta la hora de la comida, y fué ahí cuando le damos la noticia a mis padres.
Mi padre trató de no emocionarse pero mi madre no aguantó sus lágrimas.

Por la tarde nos reunimos con el grupo y nos fuimos al recreativo para pasar unas horas divertidas antes de que se fuera.
Allí nos encontramos con Rose y con Gabe junto a unos amigos que Zoe y Billie reconocieron porque iban a su misma clase.

Nos juntamos todos y jugamos una partida de bolos en dos grupos de cinco.

Por la noche me llevó a cenar a un restaurante muy bonito con vistas a la ciudad iluminada por la luz de los edificios y allí me dió un regalo que no me esperé.
Resulta que el día que me la encontré en aquella tienda junto a Christian no iba a comprar nada para Finneas, su cumpleaños ya había pasado por esas fechas.

Me regaló una foto nuestra que nos hizo Zoe una tarde en el recreativo.
Yo estaba sentada en la mesa del futbolín y ella estaba de pié entre mis piernas dándome un beso.
Junto a la foto me regaló una pulsera de un fino hilo rojo, y cuando me la puse se subió la manga de su sudadera para mostrarme que ella también lleva una.

Prometimos no quitárnosla jamás.

Volvimos a pasar la noche juntas y volví a sentirme más completa y libre que nunca, besé cada parte de su piel y memoricé cada lunar de su cuerpo.
Aquella última vez fué tan especial y tan lenta que por poco me muero de amor cuando me dijo te amo en mitad de un orgasmo.

Y durante todo el día de hoy se fué a casa junto a Finneas y sus padres para terminar de recoger todo lo necesario.

--¿Lista? --preguntó mamá en el copiloto.

--No... --bajé mi cabeza.

Alex tomó mi mano y traté de sonreirle.
El coche de los Donahoe pasó por delante del de mis padres y Dylan le hizo una señal para que se pusiera en marcha.
En cuanto mi padre arrancó mi corazón comenzó a acelerarse.

No estaba preparada para despedirme de ella.

Miré por la ventana durante todo el trayecto de cuarenta minutos y aunque Alex intentaba apoyarme y hacerme reír, no lo consiguió.

Almenos tenía un hombro en el que llorar cuando ella se fuera.
Alex es como la hermana que nunca tuve, siempre íbamos a estar la una para la otra por más veces que discutamos.

Cuando bajamos del coche abrazamos a los hermanos, estos saludaron a mis padres y los séis entramos al gigantesco aeropuerto.

Billie nos comunicó que estaban en la cola de la cinta de seguridad. Una vez la cruzaran, nosotros ya no podíamos pasar más allá.
Había mucha gente esperando, así que la despedida no iba a ser tan rápida.
Aunque no tendría tiempo suficiente.

Vi su corta melena rubia a lo lejos y aceleré el paso.

--Disculpen. --alguien me tocó el hombro y se colocó frente a mí. --No pueden pasar.

--Venimos a despedirnos de unos amigos. --habló mi padre con aquel joven de dos metros. --Están justo ahí. --señaló.

El chico miró en esa dirección y nos miró serio.

--Vayan hasta ahí y al volver tendréis que salir por el otro lado. --señaló a la derecha. --No interrumpan la cola.

--Gracias. --dijo Zoe avanzando.

RED THREADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora