. . .〘 🍷 | ¿Alguien más? 〙. . .

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Aquel tricolor soltó un suspiro pesado luego de que su tío se fuera, no estaba del todo molesto con Arabia porque esto era su día a día con sus "amigos", no le afectaba que ahora fuera un juguete, pero lo preocupaba el hecho de pensar que si se acostaba con ese sujeto tendría más motivos para ser manipulado, pero solo sería alguien obediente, si su bebé estaba bien ser una perra no estaba mal, solo dejó de pensar mucho en eso y se levantó para golpear levemente sus mejillas con las palmas de sus manos, buscó la mejor ropa que su tío le había comprado y se vistió, arregló y perfumo, México era bastante atractivo, con un cuerpo envidiable y trabajado, una cara sensual y sumamente bella, no era de extrañar la razón por la que ese latino tenía tantos países detrás de él, tenía que aprovechar esa belleza para algo bueno ¿No?

Soltó un último suspiro y fue hacia la habitación de su bebé, era un niña muy bonita, tenía sus ojos rasgados como un gato, una piel blanquecina al aún no definirse su bandera, acompañada con pigmentos rojos, era sin duda el orgullo del mexicano, le dio un dulce beso y le contó una pequeña historia para salir y encaminarse hacía la sala dónde sería la fiesta, llegó y lo primero que vio fue a su tío hablando con otro país que no conocía, el latino se acercó con sutileza al lado de su tío y comenzó una plática casual, Israel, su nombre era Israel, la conversación siguió alegremente entre los tres que estaban en esa sala, con el tiempo comenzaron a llegar más personas y México comenzó a ser cortejado a espaldas de su tío, poco a poco fueron llegando los invitados, mismo invitados que estaban seduciendo a México en una esquina de esa habitación, Marruecos se había ido así que no había nada que detuviera todas las manos obscenas que estaban tocando a ese habla hispana, no podía huir ya que una de tantas manos era la de Arabia, solo apretaba su ropa intentando dejarse llevar y cuándo estaba más que decidido a dejarse tocar libremente fue jalado por alguien, aquel tricolor solo abrió sus ojos al sentir su rostro sobre un pecho delicado, no tuvo mucho tiempo de pensar ya que segundos después ya estaba corriendo hacía un balcón de la casa, México comenzó a reírse cuándo llegaron, no entendía porque Israel había hecho eso, pero no le importaba, solo recostó su cabeza en el pecho de ese tipo mirando el cielo y la cuidad que tenía frente a él, aquellos brazos delicados y blancos rodearon el cuerpo del latino, esa sensación agradable y dulce se sentía bien, se sentía seguro.

🥃: Deberíamos volver, mi tío se preocupara —Dijo el de color verde, blanco y rojo miéntras sus manos se aferraban a la blanca camisa que tenía su contrario—

🇮🇱: אל תדאג, מרוקו לא תפריע// No te preocupes, Marruecos no se molestara— Dijo con una voz serena mirando al mismo cielo que miraba el latino—

🥃: Jaja... No se que dijiste pero sonaste seguro, si me entiendes ¿Podemos quedarnos un rato más así?— Comentó el latino sin querer soltarse, no quería perder esa tranquilidad—

Israel asintió y solo se quedaron así por un buen rato, ninguno de los dos sabía cuál era la razón pero se sentía bien  estar al lado del otro, ambos pasaron minutos eternos contemplado el cielo que poco a poco se volvió de un color azabache, llegó la hora de despedirse e Israel se marchó en silencio miéntras que el latino volvió a su habitación no sin antes ver a la pequeña y finalmente acostarse en la cama, aquel de un águila en su bandera sentía una gran calidez en el pecho, era similar a lo que sintió por Japón en algún momento, al menos por ahora México ignoraría esa sensación, no era el momento para enamorarse.