[Capítulo 7.]

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Era difícil distinguir quien era el más sorprendido de los presentes, Albus sabía que a pesar de las quejas a James realmente le agradaba Snape, pero el hecho de que pudiera hacerse a la idea más rápido que él le sorprendía, aún más porque se lo v...

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Era difícil distinguir quien era el más sorprendido de los presentes, Albus sabía que a pesar de las quejas a James realmente le agradaba Snape, pero el hecho de que pudiera hacerse a la idea más rápido que él le sorprendía, aún más porque se lo veía notablemente molesto, no solo con la situación sino con su padre Harry. Snape por su parte no planeaba recibir aquel golpe, aún no sabía que es lo que quería, no entendía como es que esos niños que había conocido ahora resultaban ser sus hijos.

Había envidiado a Potter desde que los conoció, se convenció de que ese tipo de vida no le sentaría para nada bien, no más que una mentira para palear la tristeza, pero ahora que parecía todo al alcance de su mano le aterrorizaba, sobretodo el hecho de que no era más que un retrato, no podría hacer nada por ellos, no podría defenderlos...

Harry se desarmó ante las palabras de su pequeño, sabía que era merecedor del enojo que le dirigía, pero aún así el gesto hacia Snape había movido su eje, Snape no había respondido a ninguna de las confesiones de Harry. Él sabía que el profesor quizá no lo odiase, mas eso no significaba que lo apreciará más allá que como al hijo de su amor del pasado. Lo aceptaba, pero no por ello dolía menos.

—Lo lamento, pero mi lugar está en Hogwarts.

—Creí que su lugar estaría con su familia. —siseó el Slytherin, palabras que a James le sentaron como propias.

—Comprenderá la situación en la que se formó la "familia".

—¿Cómo se...

—Es suficiente. Quien debe responder por ustedes soy yo, no el profesor Snape, fueron mi desición, solo mía. —cortó la réplica del león. No quería que sus hijos oyeran algo de lo que luego no habría marcha atrás. Se hizo con su varita y deshizo el hechizo—. Ya lo he retirado, profesor.

—Bien. Buenas noches.

La oscura figura desapareció antes de que que la última sílaba tuviera lugar, como si temiera que si se mantenía más tiempo del necesario volvería a ser retenido, no pasó desapercibido aquello para los Potter.

—Lo siento. —se disculpó en dirección a sus hijos—. Por todo, no deseaba que supieran...que lo supieran de esta manera, yo, debí ser más prudente, no tengo más que disculpas hacia ustedes. —inhaló—. Comprenderé si no les es suficiente, solo les pido que me ayuden a protegerlos, a ustedes y a Lily.

—¿En verdad debemos irnos? —preguntó Albus, mientras por el rabillo del ojo observaba como la atención de su hermano aún se mantenía en el marco vacío.

—Quisiera poder decir que no. —suspiró—. Pero aún tenemos tiempo, no ha sucedido nada que llame la atención de los demás, y por cierto, todos ellos están seguros de que son fruto de Ginny y de mí. Nos iremos cuando sea estrictamente necesario, quisiera que al menos tuviesen unos años normales, quisiera que la pequeña Lily también pudiese iniciar su vida escolar en Hogwarts.

El retrato. [Snarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora