Harry quedó estático frente a la Cámara de los Secretos, debido a la demanda de Snape. Estaba total y absolutamente desestabilizado, pues lo sucedido en las últimas semanas era más de lo que podía asimilar.—No hay tiempo para dudar. Debemos irnos.
—¿Debemos? Se refiere a...¿juntos?
—No es momento para esto tampoco, hablaremos cuando estemos en un lugar seguro, debo hablar con usted.
—Pero-
—Ellos ya han incumplido su palabra, ¿piensa perder a sus hijos por los amigos que hizo en la escuela?
—No. —respondió con convicción.
—Muy bien, entonces vaya por ellos, los veo en la oficina de Minerva.
Dicho esto el profesor de pociones desapareció, por el mismo lugar por el que había llegado, encaminándose directamente a la oficina de la directora.
La contraseña fue respondida con presteza, y a causa de la urgencia siquiera se anunció.
—Necesito un favor.
—Severus. —espetó con suma sorpresa por los modos.
—Lo saben. —informó—. Necesito las pertenencias de los Potter en este instante.
La expresión de la bruja cambió en un instante, al comprender la gravedad del asunto.
—¿Estás seguro? —cuestionó con la varita ya en mano—. Podrían quedarse aquí, podríamos ayudarlos... Hogwarts es su hogar, el de todos ustedes.
—No. Debemos salir de aquí, Hogwarts tiene más fama de segura, que de lo que es llevado al caso. —suspiró, rememorando sucesos del pasado dentro de aquellas paredes—. Potter se sentirá eternamente responsable si una nueva batalla se desata en la escuela.
—Entiendo... —claro que sí, pero eso no lo hacía más sencillo para ella, le era tan difícil dejar partir a sus cachorros en pleno peligro—. Prométeme que me tendrás informada, en todo momento, Severus Snape.
—Así será.
Los baúles con las características de los Potter se presentaron frente a la chimenea, a la espera de sus dueños.
Harry por su parte había alejado cualquier entumecimiento, que previamente, envolvía su anatomía. Se negó a sospesar si aquél era realmente Snape o un espejismo producto de la desesperación, no tenía tiempo para ello, también necesitaba aferrarse a eso, más que nunca necesitaba un pilar, pero sabía que él debió ser uno, era el pilar principal en la vida de sus hijos y no estaba cumpliendo su rol. Era el causante de todo, y no permitiría que nadie pusiese siquiera un dedo sobre sus niños.
El Auror era consciente de que la enfermería no quedaba a una distancia excesiva, no obstante, los pasillos parecían alargarse ante cada paso dado. El estruendo que hizo al empujar las puertas en medio de la carrera, provocó que cuatro pares de ojos reposaran en su presencia.
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El retrato. [Snarry]
FanfictionHan pasado 19 años desde la guerra que le puso fin al terror de Voldemort. Harry está felizmente casado con Ginny y tienen tres hijos, de los cuales dos asisten a Hogwarts. Severus Snape murió en el ataque de Nagini, tanto James como Albus tendrán i...