Capítulo 28: Cartas al juego

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Furia de los emperadores

Capítulo 28: Cartas al juego

El tiempo en el mundo de invocación de los zorros había sido revelador para el dúo, aprendieron bastantes cosas del clan de Kurama, y hablando de este, había encontrado un sello primordial para el viaje, sin embargo, lo usaría para mucho después, por el momento no era necesario, así que lo había guardado. Antes de irse decidió preguntarle a su clan si aceptaban a ambos niños como invocadores, la respuesta desconcertó a la ojiperla... los zorros la querían como una invocadora, accediendo bajo la promesa de que, en caso de firmar otro contrato, tenía primero que avisarles, lo mismo iba para el rubio, por lo que después de un pequeño festejo todo estaba hecho... Ōtsutsuki Hyūga Hinata y Ōtsutsuki Uzumaki Naruto eran los primeros invocadores de zorros en la historia...

Después de un pequeño festejo, cada uno de los zorros volvió a sus asuntos, dejando únicamente al dúo de emperadores y al Bijū fuera del árbol, antes de irse tenían que trabajar en algunos arreglos para facilitar el acceso a las praderas, lo primero que Kurama hizo fue colocar un sello de invocación en el lugar, vinculado al brazo derecho de ambos. De ese modo evitaban hacer la invocación inversa como Kurama le había indicado al rubio, así como esperar a que un zorro los invocara... cortarse frecuentemente es dañino para la salud...

Una vez acabado, Kurama encontró las instrucciones para sellos especiales de entrenamiento, cosa que el Uzumaki tendría que aprender para mejorar sus habilidades más rápido, el tiempo era un factor en contra y, lo más seguro era que iban a estar en constante asecho... entre más rápido mejorasen mucho más efectivo serían las batallas...

Sin nada más que planear por el momento, era tiempo de irse del lugar, tenían un grupo que guiar y un agitado escape que planear, por lo que, Kurama había vuelto al sello y, ambos niños desaparecieron en una explosión de humo listos para continuar el viaje... tenían un viaje que continuar...

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En un estallido de humo, ambos niños habían aparecido en el mismo lugar, había pasado una hora, y quedaba poco tiempo para planear algún tipo de escape, por lo que, sin pensarlo, el rubio había mandado algunos clones para reunir al resto de su equipo, mientras tanto, el dúo de emperadores se quedaba en el lugar, de igual manera que antes, sentándose debajo de un árbol... debajo de un árbol de mango...

Desde que estuvieron con Hagoromo y Hamura, ambos habían tomado la costumbre de sentarse bajo el árbol donde aparecieron por primera vez en el País de los Antepasados, una vez iniciaron su viaje mantuvieron esa costumbre sentándose en cualquier superficie cómoda, troncos caídos, pequeños montículos, paredes, entre otros, era para ellos la manera en la que ambos habían unido sus corazones, el inicio de su amistad para finalmente culminar con su primer beso... para ellos esa simple acción les recordaba todos los momentos juntos...

Ambos niños se encontraban besándose con amor, abrazados para combatir el frío viento del lugar, demostrando el afecto mutuo que profesaban, un amor nacido del miedo, sin embargo, en los pensamientos de una casi azabache corrían muy dolorosos recuerdos... recuerdos que no la dejaban en paz...

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Na... Naruto-kun pu... pue... ¿Puedo preguntarte algo? -pidió la Hyūga mientras se separaba levemente de su amado-

Furia de los emperadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora