Capítulo III

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–.Qué- qué acabo de hacer?– Sus ojos se desvían frenéticamente por George inconsciente en el piso y sus manos en cuanto recupera la cordura. lo.. acabo de..matar?.

Comienza a respirar rápidamente, siente aún la sangre pasar por su garganta, sabe jodidamente bien, mucho mejor que el cartero. Sacude la cabeza, pensarlo hace que su hambre aparezca. Qué iba a hacer ahora? El pánico se quiere hacer presente en él, y entre eso decide arrodillarse al lado del cuerpo y comprobar si aun esta vivo; no quería pesar que realmente era un asesino.

Otra vez la misma situación? Nonono.

Aún respira, apenas respira.

Como pudo, atrajo al muchacho sobre sus rodillas, observando. La marca de sus colmillos en su cuello todavía le brota sangre, inevitablemente, se acerca a esta y pasa la lengua por los orificios, la sensación de querer más de él se clava en algún lugar de su cerebro, se esfuerza por no hacerlo o lo mataría de verdad.

Saca de su bolsillo una curita, la que el extraño, Karl, le había dado hace un par de días le quitó el papel y la coloco sobre los pequeños huecos para tratar de cubrir y parar el poco sangrado.

Suspira, toma con cuidado las piernas y la cabeza del moreno, levantándose con el, cargándolo en sus brazos, logrando tomarlo solo con una cuando lo acuesta sobre su pecho, la cabeza en su hombro.

Voy a tener que darte muchas explicaciones.. El rostro de George no expresa nada, solo se veía más decaído por su culpa. Con la mano libre, retira el cabello de su frente a un lado para que deje de cubrir sus ojos. Le gustaría cortarse el cuello ahí mismo solo para dejar de pensar en el sabor de su sangre y el fuerte olor. Aunque, sinceramente, yo tampoco se que está pasando.

George descansando en su cuarto

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George descansando en su cuarto.

El sonido del timbre resuena por la sala al rededor de las seis y media de la tarde, Dream se alarmó, quitándose los audífonos y dejando de lado su laptop, dejándolo en la mesa de centro que ahora estaba extremadamente limpia y sin mantel blanco.

Mira por la ventana, alcanzando a ver los cabellos castaños claro medio rizados y una sudadera de varios colores, su ceño se hunde en una mueca, es ese chico extraño que lo encontró tirado en el suelo la otra vez.
Se pone detrás de la puerta y pregunta: –¿Quién es?

–.Soy..–parece dudar, lo escucha suspirar y continua " se que ya me viste por la ventana. Se que no me dijiste que vivías aquí y que tampoco debería estarlo.." duda nuevamente, parece buscar como abrir algún tipo de conversación conveniente para que Dream no piense que es un acosador o algo por el estilo, pero se rinde con una queja, volviendo en sí mientras se preciona el puente de la nariz; volviendo a hablar.

–Se que te está sucediendo, tienes mucha hambre–. Lo ojos esmeralda se abren en sorpresa, recordó accidentalmente el sabor de George y cuando por un momento quizo cortarlo
como un pastel; gruñe al pensamiento fuera -muy fuera- de lo común.
–.Sentiste que morirías el día siguiente de lo que sea que te hic- hicieron antes– El dolor y la inmensa sed que tenía ese día era abrumadora e insoportable, no se iba ni por tomar toda el agua que pudiera tragar o comer cualquier cosa que encontrará en su nevera -descubrio que la carne cruda sabe muy bien en su lengua- no era suficiente, fue entonces cuando el cartero toco la puerta y todo paso tan rápido –mataste a alguien y como no sabías que hacer lo enterraste en las afueras de la ciudad.

Dream se quedó callado detrás de la puerta, ni siquiera tenía las ventanas abiertas, ni siquiera a salido de su casa casi en más de 2 días y 3 noches ¿Cómo sabía tanto sobre eso? –.Necesito que me abras, contestaré tus dudas pero necesito saber que más has estado haciendo ahora que eres..eso.. vampiro- cierto odio acompaña a la palabra, posa la mano en el pomo de la puerta pero no la gira. Vampiro. Eso suena estúpido dentro de su mente, pensando en voz alta:

-Los vampiros no son reales.

–.En serio? Entonces explica por qué la sangre en tu garganta sabe jodidamente bien? Dime, por qué tus colmillos están más puntiagudos y filosos de la que solían ser?– Le cerró la boca con eso –Por qué son más largos? Tus ojos no cambian un poco de color cuando los quieres vaciar? Por qué el sol es más insoportable de lo normal? Por qué tú pulso es casi inexistente? Y qué me dices de tu reflejo? Un poco transparente, apenas puedas ver a través de ti en el espejo cierto?– miro a un lado, el espejo al lado de la ventana lo ayuda a volver a comprobar algo que ya sabía, tenía razón.

Suspira.

Gira la perilla.

Abre la puerta completamente, dando pasos hacia atrás y dejando entrar a Karl –quiero ayudarte, te contaré todo lo que sé.

Caminan a el sofá justo al lado, donde estaba anteriormente, Karl pasa al lado del espejo y Dream no presta atención a qué su reflejo es casi inexistente.














Hola:)


Hasta la última gota °⣿ DreamNotFound Donde viven las historias. Descúbrelo ahora