Capítulo XIV

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Dream se remueve en la cama a mitad de la noche, despertando a tan solo una hora de haber quedado dormido sobre sábanas en el suelo, por no querer estar en la misma cama que George.

Porque, temía que la sed de aquella sustancia que emanaba dentro de su cuerpo fuera más fuerte que su voluntad. Cosa que ahora mismo estaba comenzando a hacerse presente, dándose cuenta por como sentía que necesitaba desesperadamente la sangre.

Se levantó como pudo, sus pies lo arrastraron involuntariamente a la cama donde George dormía tranquilo y sin hacer ningún ruido, más que el de su respiración apenas notorio. Cuando se dio cuenta de ello, se golpeó a si mismo para no caer de nuevo en el error, literalmente.

Se giró, dando un par de pasos a la puerta de la -algo grande- habitación, dando vuelta al pomo para salir.

La luz de la luna se cuela por las ventanas al salón principal, con un extraño toque azulado.

Se acerca al barandal de plata falso, cerrando los ojos mientras se balancea hacia delante dónde podría tener una dolorosa caída.

Pero, no sucedería nada, verdad? Los vampiros pueden volar? Quizás era otro mito estereotipado, igual, si fuera cierto, no quería comprobarlo, pensaba.

A este punto trata de distraerse en cualquier tontería que cruzaba su cabeza, al menos, hasta que percibe el olor metálico, abre los ojos inclinado sobre el barandal y se da cuenta de una luz amarillenta saliendo de una puerta bajo las escaleras.

Bajo tan rápido las escaleras por solo ese olor.

Con duda, pero guiado por el hambre, entra sin siquiera pensar.

Dentro había muchas cosas, una mesa larga con 8 sillas al rededor, estaba lleno de polvo, tenía cuadros colgados en algunas de las paredes y otros tirados por ahí incluso en la mesa, pero no lograba ver bien las fotos o pinturas. Una vela en el centro de la habitación.

Dream no se detuvo a observar mejor, solo sigue hasta una puerta más al lado izquierdo de él comedor, no hace falta decir que tan pronto cruza el marco de la puerta, se da cuenta que estaba yendo al sótano. Al terminar las escaleras, había una hielera, la abrió y vio transfusiones de sangre, talvez dos docenas de ellas.

No pensó si "Dave" le diría algo, o de dónde trajo todas esas bolsas de sangre, solo toma una de ellas y la perfora con sus colmillos, tragándose todo el líquido, pasando por su garganta, dejando un sabor que, para el, era inigualable. Tan pronto la termino, tomo otra más, esta vez parecía que está muriendo de hambre, ya que, no le importó que parte de esta cayera por sus labios y las orillas o que cayera en su camiseta blanca, a quién carajo le importa?

Cuando terminó, jadea con satisfacción, viendo frente a él aún más cuadros y cosas bastante viejas a su parecer. Rodeo la hielera, acercándose a ver.

Agarró el primer cuadro que vio, la foto enmarcada estaba gastada, soplo el polvo de encima y limpió el vidrio con las manos.

Tres personas en aquel retrato, una niña que parecía de entre 6 a 8 años, con un vestido que seguramente era de un color pastel, a su lado está un chico con una sonrisa brillante mientras tenía una mano en la capa en su espalda y ella. Por último alguien idéntico a Karl con ropa de época colonial. Parecía que el retrato fue hecho frente a unos arbustos de Rosas.

Paso un dedo por todo el cuadro"¿Qué haces aquí?" Murmuró mientras observaba detenidamente a las personas en este, dándose cuenta que el vidrio estaba rallado con crayones de diferentes colores, sobre el cabello de la niña y quién la tomaba del hombro, el blanco reemplazado por el rosa.

–Sabes que no debes tomar cosas sin permiso?–escucho la voz familiar de Karl, quién, lo asustó por un momento después de que le lanzó las bolsas vacías.

Se dio media vuelta para verlo, sosteniendo aún el cuadro–¿Por qué estás aquí?– Pregunto con seriedad, apuntando al retrato, el chico esbozo una sonrisa mientras camina hacia él. Karl no dudo.

–Alguna vez has escuchado...– Paso a su lado, deslizando su mano hacia otro cuadro en una repisa, tomándolo del marco de madera. –.. la palabra Doppelgänger?– Le da el cuadro, sin entender exactamente de que estaba hablando, lo agarra, mirando un par de personas que lucían como sus amigos, como si estuvieran en otra época y más serios.

¿Qué es esto? Se pregunta, viéndose a si mismo en aquel cuadro.











Según Google:

Doppelgänger es el vocablo alemán para definir el doble fantasmagórico o sosias malvado de una persona viva. La palabra proviene de doppel, que significa 'doble' y gänger: 'andante'. 

Ya lo sabía -pudrete Katherine-

El siguiente capítulo será algo..interesante, por así decirlo.

Comenten, voten y háganme saber si les está gustando a donde va la historia 💞👀

Hasta la última gota °⣿ DreamNotFound Donde viven las historias. Descúbrelo ahora