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Soy Sanemi Shinazugawa y tengo 24 años. Soy profesor de matemáticas en la escuela secundaria Ubuyashiki. Y en estos momentos me encuentro en un callejón oscuro bajo los efectos del alcohol, despechado, abandonado y víctima de las clásicas infidelidades de pareja...

¿Como llegue a este estado? Pues todo comenzó esta misma tarde...

Eran las 4:30, hora de salida tanto para los alumnos como para los profesores. Estaba en mi salón ordenando unos papeles para mi siguiente exámen, al terminar de cerrar mi salón, fui a buscar a mi novia al salón de biología, ella es Kanae Kocho.

Nos conocimos en la universidad y ambos nos hicimos novios desde que iniciamos nuestras vidas como profesores. Ya llevabamos 4 años de novios, ella incluso estuvo conmigo cuando mis padres murieron en un accidente, nuestra relación era de verdad de maravilla, claro, hasta que ella comenzó a ponerse distante por alguna razón, sentía que ya no era lo mismo...

Hoy decidí llevarla a comer, quería que ella y yo pudiéramos arreglar las cosas y continuar, yo no quería abandonar una relación tan larga solo por una tontería.

Al llegar a su salón, antes de abrir la puerta, escuche unos ruidos extraños que provenían de este.

—Ah... Ah... Douma... M-Más rápido... — eran gemidos de... ¿Kanae?.

—Sensei... No grité tanto... Nos podrían escuchar... — era la voz de un hombre...

—A e-estas horas no hay nadie... Tranquilo... — respondió ella entre gemidos. Se escuchan los sonidos de chapoteo y palmadas.

No pude soportarlo más y abrí sin aviso, y claro, lo que ví me dejó atónito. Mi novia cogiendo con otro hombre, y no cualquiera, si no, uno de sus alumnos. Ambos al verme se sorprendieron.

—S-Sanemi... — dijo ella incrédula. Se separó del chico y bajó su falda – N-No es lo que parece, p-puedo explicarlo... — se acercó a mí.

—¿No es lo que parece? —reí — ¿Es por esto que ya no querías verme? ¿Es por esto andabas extraña?— intentó abrazarme y yo la aparte.

—Sanemi... Por favor, escuchame —sus lágrimas salieron de sus ojos.

—No tengo nada que escuchar de ti, ya vi suficiente— le dí mi espalda— no quiero que me sigas, y mucho menos que me busques— mire de reojo a aquel chico— agradece que eres un estudiante— me retire de ahí.

Caminaba rápido hacía mi auto, mi mente era una maldita red en la cual estaba empezando a enredarme. Las emociones y los sentimientos estaban en una montaña rusa, estaba enojado y triste.

Subí a mi auto y arranque rápidamente para mi casa. Ni tan siquiera podía mantenerme cuerdo ¿Que demonios hice mal? ¿Acaso no fui lo suficiente? ¿Tantos años para que? ¿Para que todo fuera destruido en un segundo? ¿No fui bueno en la cama? ¿No te di la suficiente atención? ¿Que cojones hice mal?.

"¡Pip! ¡Pip!" aquel pito del auto contrario me sacó de mis pensamientos.

Frene al instante, casi había chocado el auto... Mierda... Esta situación me estaba volviendo loco.

Al llegar a casa, solo se encontraba Genya junto a sus otros amigos, era tanto mi enojo y furia que apenas y podía controlarla, y Genya lo notó. Fui a la cocina a tomar un poco de agua y a lavarme la cara.

El Día Que Llegaste A Mi Vida... (Sanemi x lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora