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Nathalie miraba como Gabriel se limpiaba las lágrimas, ella no sentía ningún tipo de empatía hacia el, es más, pensaba que se merecía sufrir por todo lo que hizo, esa era su condena, vivir con los recuerdos y la certeza de que hizo mal a la hora de jugar con el poder.

En eso el doctor Anders entro por la puerta, miro la escena, se hizo el desentendido, camino hasta Gabriel, revisó los monitores y tratando de cambiar el aire que había ahí adentro le anuncio que ya tenía el alta, después de eso se retiró, Nathalie suspiro pesadamente, se acerco a un armario y de el tomo lo que parecía ser una pila de ropa.

─Aquí están tus pertenencias Gabriel─ se las entrega ─Vete cuánto antes que hay personas en la guardia que necesitan está habitación

─Quiero verte en la noche, concédeme eso por favor.

─¿Para que?.

─Quiero aclarar algunas cosas contigo, pero no aquí.

─Esta bien, te veo en el restaurante de la última vez, a la misma hora y en la misma mesa─ acomoda su cabello ─Ahora vete, y espero que te las ingenies con tu esposa, no quiero escándalos─ se va

Gabriel sonríe, se levanta, se quita la bata, toma su ropa, se viste, mira la habitación y sale, sus pies y su inconsciente lo llevaron hasta la cafetería Dupain-Cheng, cuando Sabine lo vio, aunque no lo crean corrió hasta el y le dio un enorme abrazo.

─Me tenías preocupada Gabriel, eres el mejor mesero que tuve en años, no quiero que te pase nada─ se separa

─También te extrañe Sabine─ suspira ─¿No te molesta si comienzo mañana?

─Tomate el tiempo que necesites, Marinette me dijo que supo por Adrien que no estuviste nada bien.

─Pero ya me recupere. . .ahora vine porque necesito hablar contigo de algo serio.

─¿Necesitas dinero?.

─No, quiero que me ayudes con Nathalie.

─Si Nathalie está enojada va a ser difícil que la puedas calmar.

─No está enojada, solo. . .no lo sé, me equivoque Sabine, es difícil.

─Los arándanos siempre funcionan.

─No es eso. . . necesito hacer algo para demostrarle que no soy lo que ella piensa.

─Escucha, tu tienes esposa y ella una vida difícil, no la juzgo, es mi amiga, pero si quieres demostrarle algo, debes empezar por casa, no podes ir detrás de ella mientras vas a dormir con otra, se te nota en la cara, la quieres, y mucho, pero no logro entender que es lo que queres.

─¿Y si ni yo lo sé?.

─Déjala en paz entonces porque solo estás jugando. . .

─No juego.

─Entonces sabes que hacer Gabriel.

El hombre asintió salió de la cafetería, camino unos pasos y llego a un ciber, allí entro, pidió una computadora, se sentó y empezó a buscar toda la información que había en ese mundo sobre los miraculous, desgraciadamente había muy poca, el templo en el Tibet no existía, al menos para la información pública, y lo único que encontró sobre joyas mágicas, son aquellas que se venden en internet y que cambian de color supuestamente según el estado de ánimo que tiene la persona que las lleva, eso enfureció al diseñador, tenía que arreglar todo cuánto antes.

La noche cayó en toda la ciudad del amor, Nathalie termino su turno, se cambió y salió a paso apresurado hacia el restaurante, al llegar, una mesero se acerco a ella y la guio hasta una mesa, allí ya se encontraba Gabriel, el estaba vestido con un esmoquin completamente negro, su cabello peinado con gel hacia atrás, y un corbatín plateado prolijamente adornado su cuello.

─Buenas noches.

─Hoy soy yo quien luce mal─ río sentándose ─Te vez bien Agreste, ya veo porque tu esposa está tan loca por ti.

─¿Y que hay de ti?.

─Buen intentó─ rodea los ojos ─Tienes que parar, está situación no es buena para nadie, papá Graham se metió conmigo y fue claro, me alejo de ti o Thiago se las verá con el.

─Eso es injusto, ellos no pueden manejar nuestras vidas.

─Tarde, ya eres parte de los Graham y ellos se manejan así.

─En el otro mundo los Graham no eran así, no entiendo que pasa, ¿por qué todo se volvió tan cruel?.

─Tal vez necesitabas una gota de realidad Gabriel.

─Seguramente, ahora me estoy volviendo loco, vivo dos vidas y al mismo tiempo no vivo ninguna.

Un mozo se acerca con una bandeja y la comida que Gabriel había ordenado previamente, los dos se quedan callados y comen, a mitad de la cena el se atreve a hablar.

─Fui un ciego en la otra vida. . .creo que te amaba y no me di cuenta─ ella se asombra, limpia su boca con una servilleta y luego bebé un poco del vino que había en su copa

─¿Cómo puedes decir algo así tan tranquilo?. . .estás demente.

─Tal vez.

─Destruiste toda una vida para darte cuenta de eso. . .sos de lo peor.

─Vamos a volver, lo prometo.

─¿Se puede?.

─No lo sé, tengo que encontrar los miraculous, mí mansión no existe, pero si queda algo del viejo mundo, el club de París debe existir.

─¿Que es eso?.

─Los millonarios de la ciudad ponen sus influencias juntos, a veces hacen negocios; otras fiestas, yo lo integraba. . .si ellos existen estoy casi seguro que alguno tendrá la información de los miraculous.

─¿Y como un pobre mesero como tu se va a codear con la alta sociedad?.

─La señora Rosaline Sunblade dará una fiesta este fin de semana, una muy privada, y vi que en la lista figura la cafetería de Sabine, solo necesito que la convenzas para que me lleve a mí junto con ella.

─Sabine hace las fiestas privadas junto con su esposo, dudo que cambie a Tom por ti. . .de todas formas no pienso dejar que vuelvas a destruir un mundo solo para recuperar lo que cambiaste, aquí tengo un hijo y a pesar de que mí vida es horrible no quiero cambiarlo.

─Podemos tener a Thiago juntos.

─No digas estupideces.

─Por favor ayúdame, y te prometo que Thiago va a estar bien, no puedo seguir así, odio este mundo.

─Esta bien, te ayudo, pero si fallas, vas a dejar de molestarme, si todo esto es una locura tuya me vas a dejar en paz y te vas a asegurar que la basura de los Graham jamás me vuelvan a molestar, ¿te queda claro?.

─Te lo prometo, jamás fallo a una promesa.

Nathalie se levanta, el se queda desconcertado, la mujer agarra sus pertenencias y se va, el llama al camarero, le paga y sale rápidamente detrás de ella, pero ya no estaba, Gabriel rebuzna y emprende el regreso a su hogar.


Miraculous: ChangesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora