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Gabriel veía como el auto se alejaba rápidamente mientras Adrien sacaba medio cuerpo por la ventanilla y saludaba, el y Emilie estaban abrazados y saludando también, una vez el vehículo se perdió en la lejanía, el matrimonio entro dentro del departamento.

─¿Que paso con tu padre?.

Se animó a preguntar el hombre ahora que estaban solos, ella suspiro, se sirvió algo de te y se sentó frente a su compañero de vida.

─Me desheredo, y dejo todos los bienes de la familia a nombre de Amelie─ toma un sorbo y desvía la mirada

─¿Y por eso estás así?, no necesitamos la ayuda de ese viejo decrépito─ ella lo mira ─Ya estoy trabajando, no tienes que preocuparte más que por nuestro amor y la salud de nuestro hijo

─Pero no es justo Gabriel, Amelie gastará toda la fortuna en medio día después de que el se vaya, también soy su hija y no me tiene que martirizar por estar enamorada─ aprieta sus manos

─Cuando conozca a la verdadera Amelie, verá lo arrepentido que está, mientras tanto, no tienes porque preocuparte─ se levanta ─Me iré a trabajar o la señora Dupain-Cheng me va a correr─ río

─Que tengas el mejor de los días cariño─ se acerca a el y lo besa

El hombre toma sus cosas y empieza a caminar directo a su trabajo, en el camino, paro a comprar un par de lápices, para entregarle la versión coloreada del logo a su jefa y dejarla más impresionada que la última vez cuando vio el boceto. Apenas entró en la cafetería fue recibido por la dueña del lugar y su mejor amiga, aka la jefa de enfermeras del hospital Le Coq y asistente ejecutiva en otra vida.

─Señora Dupain-Cheng, señorita Sancoeur, que agradable sorpresa─ mencionó alegré

─No creía en ti hasta verlo con mis propios ojos, la felicidad de Thiago es mí felicidad, y como Adrien pudo acompañarlo, vine aquí para intimar los detalles de tu sobornó─ hablo en clave para que Sabine no sospeche nada

─Si me permite ponerme el uniforme la alcanzó en unos minutos por la mesa cinco─ la señala

─Puedes ir─ este sonríe y se aleja ─No me mires así─ bufo

─Como no verte así, parece que al fin encontraste al hombre que te va a retener.

─Por favor, Adrien no para de hablar de su madre─ se cruza de brazos

─¿No crees en el divorcio?.

─No pienso ser la segunda de nadie, soy única, e inigualable─ rodea sus ojos y se encamina a la mesa que Gabriel le enseño

Sabine sonríe y se va hacia el mostrador, minutos luego, el patinado se acerco a la mesa pautada y se sentó frente a la teñida, la cual revisaba su celular, eso le recordó a Gabriel nuevamente las viejas épocas, en donde Nathalie se la pasaba sentada revisando la tableta con las agendas.

─Aquí estoy.

─Bueno, está noche no tengo ninguna actividad, si quieres puedo darte esa cena, sino tendrás que esperar mucho tiempo, mis noches van a estar ocupadas─ comento

─¿No te cansas de eso?.

─No me repreguntes, contéstame─ toma aire

─Bien acepto, pero insisto, ¿no te cansas?.

─De ti, si, te veo hoy a las nueve en el Charlotte, no tardes porque me iré, ¿te queda claro?.

─Bien, hasta la noche entonces─ se levanta y se aleja de la mesa, dejando a Nathalie con la palabra en la boca

Miraculous: ChangesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora