Nathalie lo había logrado, convenció a Sabine de llevar a Gabriel con ella, se sentía loca por haber cumplido con los caprichos del diseñador. . .en el fondo se convencía de que era para verlo fallar y que la deje de molestar, pero, la realidad era que le gustaba pasar tiempo con el y sabía que no se iba a rendir, quería hacerse la fuerte por culpa de los Graham pero no podía, había empezado a querer a ese tonto de pelo platinado y ojos grises, y no iba a dejar de hacerlo de la noche a la mañana.
Las puertas de la mansión Sunblade se abrieron, los primeros en entrar fueron los encargados del cátering, ahí Gabriel fue testigo de los lujos que está familia tenía, todo era una copia barata de lo que el alguna vez tuvo, salvo por la ubicación, está casa se encontraba dónde debía estar el Le grand, y hablando del hotel, recién se había dado cuenta que no había señales ni de André ni de Audrey.
Rosaline Sunblade apareció desde un costado con su cabellera larga, color pelirroja, casi anaranjada, luciendo un vestido muy lujoso que de estar en la normalidad cualquiera diría que pertenece a la línea Gabriel de alta costura, la mujer paso cerca de los empleados y los miro de forma calida.
─Espero que haya absoluta confidencialidad, lo que pase aquí adentro nadie lo debe saber.
Todos asintieron, ella sonrió, luego apareció su hija la cual se paró a su lado, parecía un robot, esa niña se movía perfectamente, miraba únicamente al suelo y solo interactuaba con su madre.
Horas más tarde la velada estuvo lista, el asistente de la señora Sunblade apareció para dar algunas indicaciones de último minuto y después fue hacia la entrada para controlar a los invitados, no pregunten cómo, pero Gabriel se las arreglo para estar en el salón principal sirviendo café y bocadillos.
Todas las personalidades de la ciudad estaban ahí, desde cantantes hasta actores, pintores y simples coleccionistas, nadie faltaba, en determinado momento Rosaline se paró en el centro del lugar, golpeó su copa con un tenedor y llamo la atención de todos los invitados.
─Estoy muy feliz de que hayan venido, se que para la prensa esta es una reunión benéfica, pero todos sabemos muy bien que hacemos aqui─ guarda silencio y entran dos guardaespaldas los cuales se paran detrás de ella sosteniendo un maletín cada uno, los cuales estaban amarrados a ellos desde la manija hasta una de sus muñecas por una esposa ─Finalmente nuestros años de investigación dieron sus frutos, encontré el templo que se creía perdido en el Tibet, y encontré lo que la deep web siempre catálogo como una fantasía─ chasquea sus dedos y los guardaespaldas abren los maletines, en el interior había dos cajas, una negra y otra marrón ─Frente a ustedes están las cajas de los miraculous─ sonríe ─A mí izquierda la caja Prime, y a mí derecha la caja Duo─ todos aplauden ─El poder está en nuestras manos salvo por un pequeño detalle─ se acerca al guardaespaldas izquierdo y abre su caja ─Faltan los aretes de la creación y el anillo de la destrucción, sin ellos solo vamos a ser simples aficionados
─Entonces no sirve de nada toda esta fiesta─ hablo una voz entre la multitud
─Bueno, solo para festejar que tengo los objetos más preciados del mundo, pero de que me sirven si no puedo hacer que todos se arrodillen ante mí, para gobernar por sobre los demás y establecer un nuevo orden mundial, necesito los aretes y el anillo─ cierra la caja
─¿Y los demás no te alcanzan para nada?─ se sumó una voz femenina
─Solo para jugar─ abre la caja otra vez ─Un ejemplo, este es el miraculous del pavo real su única función es tomar un sentimiento y a partir de el crear una criatura a imagen y semejanza de la voluntad de su portador─ lo toma y lo enseña ─O el de la mariposa el cual entrega poderes a quien su portador seleccioné, a través de una emoción, o el caballo, que te puede transportar a dónde quieras, la abeja quien paralizara a tu enemigo sin dudar, o los más peligrosos, la serpiente y el conejo; el primero te permite repetir un momento infinitas veces, el segundos te lleva a cualquier parte del tiempo sin importar su dirección─ ríe ─Y todos ellos están bajo mí control─ guarda el pavo real
─¿Y si los más poderosos no están ahí, donde están?─ pregunto un anciano
─No lo sé. . .estás cosas eran custodiadas por guardianes, si mí caza recompensas no los hubiera matado, tendríamos algunas respuestas─ suspira ─Pero estoy casi segura que quien tenga esos miraculous no va a dudar en entrar en acción cuando vea cualquiera de los demás siendo usado para propósitos poco honorables
─¿Que quieres decir?─ se sumó otra voz desde el fondo, irónicamente, era el señor Graham
─Que si tengo que matarlos a todos ustedes o dar vuelta la ciudad usando mis nuevos poderes para conseguir las joyas que me faltan, lo voy a hacer─ chasquea sus deseos y los guardaespaldas se van llevándose las cajas, Gabriel los observa detenidamente y los sigue sin ser visto ─Pero tranquilos, cualquiera que integre el club de París será inmune a mis amenazas, excepto aquellos que me caigan mal─ aplaude ─Ahora sigamos con la fiesta
La música empezó a sonar muy fuerte, por otro lado, Gabriel siguió a los guardaespaldas hasta una bovéda, allí adentro dejaron los dos maletines, y cerraron la enorme puerta con cerrojo, luego dejaron el área, el diseñador quiso abrirla, pero tenía código, llave y rayos infrarojos, iba a ser una tarea titánica abrir ese lugar, por ahora debía dejarlo, pero ahora que sabía que los miraculous existían y dónde los podía encontrar, tendría tiempo para elaborar un plan que le dé la llave de regreso a su hogar.
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Miraculous: Changes
FanfictionGabriel lo logro, pero aveces, la victoria puede tener un gusto amargo.