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Ya había llegado el momento, eran las altas horas de la noche

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Ya había llegado el momento, eran las altas horas de la noche. El horario perfecto para desaparecer.

Sasuke, antes de marchar de Konoha recorrió por última vez aquél bosque, sin esperanzas de encontrarse a la joven. Sólo quería darle una última vista al bosque que desbordaba cierto misterio y paz.

Y pase a sus nulas esperanzas, Aiko estaba ahí. De pie en la cima de la montaña más alta, al borde del risco.

Sus piernas temblaban, su mirada era vacía.
El viento arrastraba ferozmente su vestido, cuando ella volteó y se dejó caer de espaldas a la marea baja.

Sasuke estaba presente, en lo bajo de la montaña. Cuando reconoció el vestido de flores amarillas, el corazón del joven palpitó como si dependiera de su vida.

Y sin dudarlo brincó de lado a lado entre rocas hasta atraparla en el aire, previniendo a la joven de una indudable muerte.

—¡Que demonios! ¿¡Porqué hiciste eso!? —Alzó la voz Sasuke una vez dejo a la joven en el suelo.

La contraria, quien —ahora— recostada en el suelo, le dedicó una mirada, para llevarla al cielo.

Una sutil sonrisa posó en el rostro aliviado de Aiko mientras lágrimas comenzaron a caer por su rostro.
El Uchiha pudo sentir entonces un cosquilleo extraño, asemejado a un escalofrío que provocó que frunciera su ceño.

Era la primera vez que la veía sonreír.
Y no le gustaba para nada verla así. No era una sonrisa común, claramente no estaba pasándola bien.

—Tu eras... Uchiha del clan Uchiha, ¿verdad? —Preguntó suave.

Sasuke sólo la observaba en silencio.

La niña, impaciente por no obtener respuesta se respondió a sí misma:

—Sí, lo eres.

La menor lo observó por mayor tiempo, notando así la mochila que él cargaba.

—¿Tu también te irás..? No te juzgo, escapar es el camino fácil, yo también estaba por hacerlo hace unos segundos pero... ya sabes, el plan fue irrumpido.

—¿De qué hablas? —Exclamó Sasuke, Sin dudas era alguien extraña.

—Tu mochila. —Apuntó lo mencionado.— ¿De quién escapas?

El ceño del azabache se frunció.

—No estoy escapando. Me iré en camino a volverme más fuerte, ya lo decidí. Mi destino es ser un vengador.

—¿Vengador, eh? —Preguntó curiosa.— Vengador. Si yo cobrara venganza a todas las personas que jodieron mi vida, entonces sería una genocida. —Susurró observando el cielo.

Sasuke solo se mantuvo en silencio.

—Pero... Me convenciste con 'camino a volverte más fuerte' También necesito eso. Debo dejar de ser tan débil y enfrentarme. Antes de morir, quisiera matar a alguien, de hecho, creo que estaba a punto de hacerlo, y es por eso que estaba decidida a quitarme la vida. Las personas que piensan como yo, no deben tener un espacio en este mundo.

El Uchiha observaba a la joven que parecía hablar sola, mientras ella escupía sus palabras tan frívolas, de una extraña manera cálida.

—¿A quién quieres asesinar? —Preguntó sin rodeos el Uchiha.

—Nadie en específico. —Mintió hábilmente.— Sólo alguien que lo merezca, y luego a mí.

No era la respuesta que Sasuke esperaba. Pues el también quería acabar con la vida de alguien, y tenía muy en claro las razones.

Por un momento pensó que esa chica podría ayudarlo. Pero rápidamente su idea fue descartada. Siquiera sabía si ella poseía talentos, ni siquiera ejerció clases en la Academia Ninja, era un bloqueo por donde lo viese.

Pero quizás aún no era tarde. Después de todo, ¿Él no se dirige con un legendario Sannin?, él podría darles su poder a ambos y así, con ella a su lado Sasuke incluso tendría ayuda y no sería un camino tan solitario.

—Tu también quieres acabar con alguien, ¿me equivoco? —Preguntó Aiko, despejando al Uchiha de sus pensamientos.— Soy de la realeza, mi clan oculta más secretos de los que soy capaz de soportar, y todo lo solucionan con dinero. El dinero no quita el dolor, ni el odio, el dinero únicamente silencia. Así que llévame contigo y te lo daré todo, incluso mi nombre, identidad y mi vida si así lo deseas. De todas formas, mi vida aquí estaba por acabar, ya no hay nada aquí que pueda perder y me importe.

La castaña frente a los ojos del confundido Uchiha entonces se endereza, sentándose sobre sus rodillas, lleva su frente al suelo en una reverencia.

—Salvaste mi asquerosa vida, ahora te pertenezco.

Sasuke la veía neutro, confundido, escuchando sus palabras. Para cuando esta alzó la vista pudo responder lo primero que llegó a su mente:

—Estás loca, aún más si crees que te llevaré conmigo. Esto es un camino que yo estoy decidido a tomar, el camino del odio y la venganza. Y como es mi camino, no estás invitada.

—No te pido tu consentimiento. Iré contigo, así sea metros detrás. —Habló ella— No espero que me consueles, solo tómame como a un objeto. Un respaldo monetario, o un escudo ante el primer kunai que bloquee tu camino, no me importa. —Comenzó a hablar mirando a Sasuke, con aquellos ojos sin brillo que ella poseía.— Sólo te pido que no dudes de mí, ni de lo que soy capaz.

Sasuke sólo la veía a los ojos, al tenerla tan de cerca, podía ver lo vacíos que estaban.

Y pase a las locuras e incoherencias que ella estaba diciendo, por su mirada, por sólo verla directamente a los ojos. Sasuke podía notar que ella hablaba muy en serio.

—Jamás te traicionaré, te debo la vida, aunque me sienta muerta en vida. El futuro tuyo que describes es con lo que siempre soñé. Algo imposible que no veía más que como eso, un sueño. Pero tengo el presentimiento que contigo puede volverse realidad. Úsame y descártame si así lo deseas, no voy a cuestionarte. —Habló neutra.— Lo único que pediré son dos cosas. No cuestiones mis métodos, y... No me decepciones. Tengo alta estima en tí, Uchiha del clan Uchiha.

En la Cima de la Montaña ➳ Uchiha SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora