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—¡A mí me gustas mucho y no lo soportaría! Si te quedas a mi lado… No habrá nada que lamentar... Porque todos los días haríamos algo divertido, seríamos felices, ¡Lo juro!
Al no recibir respuesta, Sakura desesperó rompiendo todos sus ideales.
—¡Haría lo que sea por ti! Así que… por favor quédate, te lo ruego. ¡Te ayudaré con tu venganza! Haré lo mejor que pueda... —Entre dolorosas lágrimas, hablaba la Haruno.— Así que quédate conmigo o llévame contigo si no puedes estar aquí.
Rompiendo con todos sus principios y valores, con tal de estar cerca del Uchiha.
A la espalda de un Sasuke que intenta irse sin mirar atrás. Sakura transmite sus sentimientos, con un deseo honesto de no querer perderlo.
—Puedo preguntar... —Susurró de cabizbaja Sakura.— ¿Puedo preguntar porqué a ella le permites ir contigo? Sasuke... ¿quién es ella?
Aiko, por primera vez volteó a ver a los contrarios en cuanto escuchó su mención. Ella estaba unos pasos delante, con un morral en su hombro cargado de oro. Pues bien sabía que prendas o comida fácilmente se conseguían con un poco de ese sucio y pesado oro.
—En verdad eres muy molesta, Sakura. —Sasuke se dignó a responder de manera áspera.
—¡No te vayas!, ¡Si te vas voy a gritar! —En su desesperada defensa, la pelirosa quedó sin más que agregar.
A pesar de las palabras de Sakura, Sasuke se despide con una sola palabra:
—Gracias.
Pero como era de esperar, él no puede corresponder aquellos sentimientos. Sasuke solo pudo dejar una sola palabra de agradecimiento como despedida.
