Chapuzón

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—Hay un chico abajo que te busca —dijo su madre con una ceja alzada y se podía decir que... algo molesta.

—No sé de qué me hablas —contestó lacónicamente Yoongi haciéndose el desentendido. Esperanzado de que su madre no insista más con el tema.

—Ah, ¿sí? Disculpa, empleé mal mis palabras. A ver —Puso su índice en su mentón, y miró arriba, como si pensara, para luego sonreírle con sorna—. El mosquito te está buscando ¿ahora sí me entiendes, Gigi?

Yoongi apretó los labios en una mueca infantil de mohín. Una manía que tenía desde niño cuando se veía acorralado y secretamente avergonzado por su progenitora.

¿Por qué su madre debía ser así? No se quejaba, sabía que su ingenio lo había heredado directamente de ella, igual que ese humor algo peculiar —entre más cosas—, pero no era divertido si ella era más perspicaz que él.

—Anda, invítalo a pasar —sugirió mientras escogía unas cuantas frutas e ingresaba a la cocina.

Yoongi asintió desganado y fue a abrir la puerta principal de su hogar. Al menos su padre no estaba, los lunes nunca se quedaba en casa, ese era parte el trato. Pudo haber ido con él a Gangnam, pero entre el caos de allá y el caos de acá... este era mejor.

O eso esperaba.

No lo sabía, se trataba de Taehyung después de todo. Él es el alfa excéntrico del quien nunca sabías qué esperar. En parte le daba miedo esa constante incertidumbre.

—¿Taehyung? ¿Qué haces aquí? —le preguntó sin rodeos.

No importaba, igual el otro alfa estaba demasiado feliz como para darse cuenta de que no estaba de humor para lo que sea que lo motivó a aparecer en su casa.

—¡Tienes un bonito hogar! —Miró hacia el interior sin borrar su particular sonrisa cuadrada—. Es muy grande. Oh, ¡qué lindo florero! —exclamó maravillado el de piel tostada para correr en dirección al dichoso florero para tomarlo en mano.

«Esas confianzas...», pensó Yoongi al verlo ingresar sin limpiar sus zapatos y sin recibir una clara invitación. Sintió su ojo izquierdo contraerse por su actuar descuidado en su impecable hogar.

¿No le habían enseñado a pedir permiso? ¿Esperar una invitación? ¿Algo?

Bueno, el otro alfa no necesitaba una. Eran amigos, o algo así. Las formalidades eran innecesarias si se trataba de amigos. De hecho, no eran meramente amigos, sino amigos cercanos ¿Mejores amigos? No estaba seguro. Tal vez sí, pasaban mucho tiempo juntos y había confianza. Incluso la abuela de Taehyung le mandaba mandarinas en una muestra de agradecimiento.

Tampoco había manera de que lo supiera a ciencia cierta, nunca tuvo un mejor amigo para comenzar, pero bueno, Taehyung de por sí se otorgaba ciertas confianzas. Así que no interesaba el título que tuvieran sobre su relación amical. Ya luego él le diría si eran o no mejores amigos.

—Debemos hacer pijamadas aquí, YoonYoon —Observó las fotos familiares—. ¡Tienes el mismo rostro serio incluso de bebé! Mis fotos son algo vergonzosas, pero como somos mejores amigos, no importa, te las puedo mostrar cuando vengas a mi casa.

«Eso... eso fue rápido», pensó Yoongi desconcertado. Una vez consideró que tanto tiempo que pasaba al lado de Taehyung hizo que desarrollaran cierto grado de telepatía, al parecer era así.

Bien, en efecto, oficialmente tiene un mejor amigo. Y sí, debía ir a su casa, uno de los mayores motivos era agradecer a su abuela personalmente por las mandarinas. Eran de las mejores que probó y sonaba como una persona encantadora según Taehyung.

Simplemente Yoongi ➳ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora