Había llegado a una analogía que explicaba bien el fenómeno que era Seokjin, porque si Jimin tenía a la Diosa de su lado, una aliada por demás poderosa, Seokjin tenía el dinero, estatus y poder de su lado, lo que equivalía a lo mismo, porque el dinero puede comprar todo, incluso sin usarlo realmente, con esa presencia imponente, poderosa y altiva, hacía que de por sí tuviera seguidores y, en consecuencia, la escuela se dividió en dos bandos, los que lamían el piso por donde iba Jimin y quienes se dejaban pisotear por Seokjin; Yoongi llegó a la conclusión que había mucha falta de amor propio, pero era cosa de ellos.
Ni siquiera era como si Jimin y Seokjin fueran a agarrarse de los cabellos y rodar por ahí, ganas no les faltaban, a ninguno, pero Jimin no podía abandonar su papel de ser un pan de Dios y mosca muerta, mientras que Seokjin no encontraba nada elegante ni propio de una persona de su clase meterse en una pelea con alguien no estaba a su altura tanto de figurativa como literalmente.
Además, su horóscopo decía que él no era una persona violenta, entonces con más razón no lo haría. Se consideraba sensato y razonable, como decía su horóscopo.
Aunque su hermano mayor lo llamó un exagerado y que estaba ahí para aprender una lección de vida, no para hacer un infierno en la tierra la vida de otros. Seokjin solo reía al oírlo, porque, bueno, no estaba en un estúpido libro donde algo sucedería y sería una persona cambiada, todo gracias al poder del amor y la amistad, porque su clase de gente, cuando tiene amigos, cuando se casan y tienen hijos es por todo menos amor y él no era la excepción. No creía en esas tonterías, como la suerte.
Por ejemplo, era hermoso, porque su padre omega era bellísimo, representó a Corea en concursos de bellezas a nivel global, por supuesto que no era para menos; era rico, porque su padre alfa venía de una familia antigua que desde el inicio de los tiempos fueron ricos, había muchos negocios, todo un imperio; era delgado, porque llevaba más de quince años sin comer pan ni arroz menos harina; era inteligente, porque heredó la inteligencia de su padre alfa y la astucia de su padre omega y porque le gustaba ser el mejor. Siempre estaba tres pasos delante del resto, porque detestaba la incertidumbre y amaba el control.
Y terminar en esta escuela de mierda lo hizo gritar de la histeria cuando su padre alfa le dio la noticia, porque fue algo inesperado y vaya que mientras más días llevaba ahí, más lo odiaba, pensaba que estaba por volverse tan loco como para incendiar todo, porque era del tamaño de una ratonera y no estaba bromeando con eso de que olía a pobreza.
—¡Ya me harté de ese estúpido! —bramó Nayeon poniéndose de pie y con toda la intención de ir en busca del omega de metro ochenta y hacerle daño, ya que ella era más de impulsos.
—Ni se te ocurra dientes de conejo —dijo una voz a su tras, dejándola paralizada, porque se sintió a lo más parecido a una película de terror.
Todos se quedaron en silencio. Yoongi solo observaba con pesar a Seokjin con un séquito de omegas detrás, betas y alfas, ya que, Seokjin era bello, de buen ver, esbelto y muy culto, aún recuerda cómo al tener un examen sorpresa, lo acabó a los cinco minutos, obteniendo una calificación perfecta, el tipo además hablaba cinco lenguas: coreano, inglés, japonés, chino mandarín y alemán.
Yoongi creía que él tranquilamente podría ser el presidente, se preguntaba cómo son las escuelas de la gente rica, ya que parecía demasiado para una sola persona de su edad. Se preguntaba qué carajos estaba haciendo con su vida mientras Seokjin podría ser el consejero de un emperador, si es que hubiera uno. Claro que todo eso solo lo posicionó en lo más alto en la escala de popularidad y poder, entonces quienes de por sí estaban admirados por un omega así de bonito, brillante y adinerado, habían dejado de lado a Jimin, como en Toy Story cuando Andy deja a Woody por Buzz, tal cual.
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Simplemente Yoongi ➳ Yoonmin
FanfictionSi Yoongi tuviera que compararse con algo, sería una piedra. Él era constantemente ignorado por la mayoría de personas, pues era un alfa común y corriente sin nada espectacular que lo hiciese resaltar. Estaba bien con eso. En cambio, si él tuviera...