No es una alucinación colectiva, es la realidad

655 96 55
                                    

Yoongi como pocas veces en su vida, sintió que algo estaba mal desde que se levantó esa mañana, había algo raro en el aire y de pasar de estar en un romance escolar, pasó a estar en un thriller o así creyó que debería catalogarse. Aunque, no lo pensó mucho, se bañó, desayunó con sus padres en silencio, se lavó los dientes, agarró su mochila y al escuchar el timbre de su hogar, supo que era su llamado, porque iba al colegio junto con Taehyung.

Cuando abrió su puerta, no se sorprendió al verlo usar esta vez delineador negro en sus ojos, demasiado dramático, su cabello siendo un desastre por lo mismo de que era ondulado, pero tenía la corazonada de que ni se tomaba la molestia de peinárselo y, para rematar, estaba usando algo como unos guantes de color negro, porque los guantes tienen el objetivo de mantenerte cálido, pero los del otro alfa tenían agujeros por todos lados y, para rematar, sus uñas estaban pintadas de negro.

Lo miró de pies a cabeza, pero no dijo nada, de verdad que no. Esta era su normalidad, se asustaría más bien si fuera de otra manera.

Así ambos llegaron a la escuela con treinta minutos de antelación, Taehyung había dejado su estúpida dieta y estaba comiendo, siempre estaba tragando algo y él lo acompañaba, pero seguía igual que un fideo, así que daba igual. Al llegar a la entrada, notaron una extensa fila de estudiantes y un alfa desconocido gritando solo la Diosa sabe qué.

—¿Y estos dientes qué? —gritó molesto hacia Nayeon quien, ante los ojos de Yoongi, estaba aguantando las ganas de mandarlo a rodar. Nayeon era temperamental, por algo era amiga de Jimin—. ¿Crees que está bien venir a la escuela con los labios rojos? ¿Qué te crees? ¿Taylor Swift?

«¿Y usted quién se cree? ¿Tronchatoro?», se cuestionó Yoongi arqueando una ceja.

Aunque fue un pensamiento tonto, se sintió aliviado de ver a Nayeon con su cabello suelto y no unas trenzas. Le caía bien la omega después de todo.

—Espero que recuerde que esto es una escuela, no su pasarela. —Con un pañuelo húmedo le quitó su maquillaje de labios y luego lo pasó por sus mejillas para quitarle su rubor. Yoongi jadeó por lo ridículo que fue eso, más al verlo sacar otro y pasarlo por todo el delicado rostro de la omega sin tacto alguno—. Retírese, dientes de conejo, espero no verla incursionando en el maquillaje en mi maldita escuela.

Ambos observaron a Nayeon dar pisotones mientras se iba luego de dar una reverencia.

Yoongi rápidamente vio a Taehyung y peinó sus cabellos, talló con la manga de su chaqueta los ojos del más alto, pero su maldito maquillaje no salía.

—¡Mi ojo! ¡Mis ojos! —se quejó el moreno, mientras Yoongi seguía sin darle tregua, estaba usando la misma técnica de su abuela al lavar la ropa en la tabla de lavar, pero con sus ojos—. ¡Espera! Es a prueba de agua, no va a salir fácilmente.

—¿Por qué usaste un delineador a prueba de agua?

—Porque mi piel es grasa y no quería que se corriera... —dijo en voz baja como un cachorro regañado. Yoongi bufó ante su explicación—. Déjalo así, aceptaré mi destino.

Y vaya que lo aceptó. Yoongi admiró esa fortaleza de Taehyung de afrontar cualquier situación sin hacerse rollos, ya sea que esté en desventaja o en una posición desfavorable. Él estaba detrás y no estaba preocupado por su persona, porque no hacía gran cosa, usaba maquillaje, sí, pero era su mamá dándole vida a su piel pálida, pero grisácea, apenas un poco de color en sus mejillas y labios para no lucir como un muerto en vida. No como Nayeon que lo llevaba al siguiente nivel, porque ese era su estilo. Incluso sin ni una gota de maquillaje ahora, seguía siendo bonita.

A pesar de no ser Taehyung, cuando ese alfa que parecía un tanque, aún más que Wonho, lo miró como si fuera poco más que una cucaracha se sintió intimidado.

Simplemente Yoongi ➳ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora